Idiota
***Escena inmediata del final del capítulo 35. Discusión***
Maratón. El dúo perfecto.
I. Puedo ser la lágrima que derrames si alguna vez nos
separamos.
-El problema no es el juego o con quién hagamos
equipo, claramente ellos siempre encontrarán la manera de hacer eso.
Luke sonreía.
-Eso es el amor, Calum – le guiñó un ojo.
Frente a ellos estaban Mike y Ashton besándose, el
balón fue dejado en el olvido.
-¿Cenaremos fuera? – preguntó el rubio, una vez que
Ashton y Michael dejaron de demostrarse tanto amor frente a ellos.
-¿Pizza? – sugirieron Calum y Mike.
Luke y Ashton se encogieron de hombros dando a
entender que no había problema. Caminaron por las solitarias calles de la
ciudad mientras conversaban sus futuros planes. Llegaron a la pizzería,
pidieron su orden y siguieron conversando. La verdad era que la estaban pasando
muy bien. Comieron entre risas, bromas y conversaciones triviales.
Llegó un momento en que Michael se desconectó de la
conversación que mantenía el principito junto con su mejor amigo. Solo observó
a Ashton, quien sonreía de lo que Luke contaba a Calum, él simplemente era
perfecto. Se sentía con demasiada suerte el tenerlo a su lado. Y si se ponía a
pensar en su futuro, veía a Ashton junto a él. Pasó su brazo por los hombros de
su novio, quien solo giró para verlo y le sonrió, luego su atención fue
nuevamente hacia Luke y Calum.
Cuando salieron del local, Ashton se estaba quejando
de un ligero dolor de cabeza, nuevamente. Nadie le tomó importancia porque el
rizado no lo hizo. Regresaron a casa caminando por la razón que la ciudad estaba
demasiado tranquila y su destino no estaba muy lejos.
-… y luego Luke terminó tirándole encima todas la
palomitas al desconocido – Ashton soltó una carcajada ante su relato.
-Fueron las palomitas más caras que he comprado en mi
vida, gasté mucho y ni me las comí – el rubio estaba ceñudo.
-Esperen… - Calum parecía estar recordando algo – una
vez fui al cine con Mike y alguien, un chico rubio traía estos lentos ridículos
color verde y me embarró mi playera favorita con sus grasosas palomitas.
-Ey, a mí me gustaban sus lentes – defendió Ashton.
Los cuatro se quedaron vieron y luego soltaron las
risas al caer en cuenta que ellos eran los que se habían cruzado en aquel cine
años atrás.
Ashton, Luke y Calum comenzaron a discutir sobre si
los lentes del rubio eran o no cool.
Michael los veía desde su lugar en silencio. La verdad era que nunca imaginó
que en algún momento él se encontraría con la compañía de Luke, Calum y a
Ashton como novio. Y sencillamente estaba feliz. Llegaron a la casa. Calum se
disponía a abrir mientras Luke seguía refunfuñando sobre sus lentes.
-Ashton… - Mike le susurró, el rizado giró a verlo.
-Mike - le sonrió.
-Te quiero…
Ashton agrandó los ojos, no muy seguro de haber
escuchado muy bien a su novio, ya que justo en esos momentos sintió una punzada
de dolor muy fuerte en su cabeza llevándolo al punto de la inconsciencia…
[…]
Lentamente Ashton se hace consiente de su alrededor,
busca con sus manos el cuerpo de Mike pero no lo encuentra cerca. ¿Estará en el
baño? ¿Qué demonios era ese olor? ¿Y por qué siente que la cabeza le explotará?
-¿Qué pasó? – preguntó con voz pastosa, abriendo
lentamente los ojos.
-Hola, bienvenido – Mike le sonríe, el rizado pudo
notar un rastro de preocupación en su rostro. Observó a su alrededor y vio a
Luke y Calum dormidos muy juntos en el sillón de la esquina.
-¿Qué ocurrió?
-Estuviste inconsciente por dos días. Tuve que llamar
a tu mamá – Mike explicó, Ashton frunció el ceño.
-Cariño – Anne entró a la habitación justo en esos
momentos y se dirigió hacia su primogénito, lo abrazó fuertemente - ¿Cómo te
sientes?
-Bien, mamá, ¿Qué ocurre? – Ashton se estaba
preocupando, tenía la sensación que algo le estaban ocultando.
[…]
Habían transcurrido tres días desde que Ashton había
ingresado al hospital. Calum, Luke y Michael (después de haberle insistido) se
fueron al curso de inducción, ya que si tenían más de tres faltas les darían de
baja y perderían la oportunidad de ingresar a la Universidad.
-¿Estás seguro de hacer esto, Ash? – se encontraban en
el aeropuerto.
-Lo estoy, mamá – respondió, en su mirada había
tristeza.
-Ellos te buscarán.
-Lo sé… - se mordió el labio inferior.
-Michael insistirá – advirtió. El rizado asintió.
-Le he dejado una carta – musitó, lagrimas amenazaban
con deslizarse por su pálida mejilla.
-Lo siento, cariño – Anne abrazó a su hijo.
Y sin esperar más… y sin despedirse…
Ashton abordó el avión junto con su madre dejando
atrás a Londres.
A todos.
A Mike.
[…]
Ashton había regresado a Australia junto con su madre.
No se había despedido de nadie, ni siquiera de Mike. Le dolió el haberlo
abandonado, pero en el fondo sabía que eso era lo correcto. Mike no se merecía
todo aquello por lo que él atravesaría. En su mente aún estaba fresca la
conversación que había mantenido con el doctor.
-Tu madre me comentó que hace meses tuviste un accidente – el doctor,
quien estaba al pie de la cama, lo miraba fijamente. Anne estaba sentada a su
lado, tomándole la mano en son de apoyo. Ashton asintió, recordaba el
accidente, si él no hubiera empujado a Mike, digamos que esta sería otra
historia – te golpeaste fuerte la cabeza. Ashton, te seré sincero. En ocasiones
las consecuencias suelen retrasarse, sobre todo si se trata de golpes en la
cabeza. Anne me ha mostrado las radiografías que te sacaron después del accidente
y en éstas no sale nada. Sin embargo; como te he comentado, las secuelas no se
detectan en el momento. Ese pequeño golpe ha ocasionado que un pequeño coagulo
se forme y conforme pasaba el tiempo fue creciendo cada vez más, es por eso que
comenzaste a tener dolor de cabeza, mareos y posibles desmayos.
-Yo… creí que era por no estar alimentándome bien – Ashton musitó,
mirando a todos lados menos a su madre y al doctor.
-Lo siento – el doctor odiaba dar malas noticias, pero era mejor
decirlas a mentir – El coagulo está lo suficientemente grande como para
denominarlo como “Tumor”, el cual tiene que ser destruido antes que sea
demasiado tarde.
El rizado apenas era capaz de comprender las palabras del doctor.
¿Tumor?, ¿demasiado tarde? ¿Qué significaba eso? ¿Iba a morir?
-Ashton – llamó su atención, su mirada hazel cruzó la mirada verde del
doctor – Es necesario hacerte una operación y extirpar el tumor de lo contrario
morirás.
Morirás.
Ashton estaba hecho bolita sobre su cama.
Morirás.
Morirás.
No sabía que era peor, morir o perder la memoria (una
de las posibles consecuencias después de la operación), porque sería lo mismo.
Estar sin Mike. Él no podría estar sin ese chico. Necesitaba de la presencia
del chico de ojos verdes. Quien, por cierto, tenía más de 30 llamadas perdidas
y más de 50 mensajes a los cuales no había respondido. Lo amaba pero no sabía
cómo afrontar toda esa situación. No podía tenerlo a su lado sin la garantía
que después de la operación toda sería igual.
-La operación tiene que ser lo más pronto posible, en menos de una
semana. El tumor está creciendo muy rápido y no podemos arriesgarnos a que
tengas un derrame cerebral – recomendó el doctor.
-Y si me opero… ¿Qué probabilidades hay que todo salga… bien? – Ashton
se arriesgó a preguntar.
-Es una operación delicada y como todo tiene su riesgo. Hay un 50 y 50
de probabilidades de que vivas o mueras.
Anne soltó un sollozo, Ashton se mordió el labio inferior mientras asentía.
-Supongamos que todo sale bien y yo… salgo vivo. ¿Qué consecuencias habrá?
-La operación puede salir con éxito, pero todo depende de ti. Hay
posibilidad que a pesar de todo termines en un estado de coma. O con amnesia.
Definitivamente no podía arrastrar a Mike a semejante
estupidez. ¿Qué tal si no sobrevive a la operación? No dejaría a Michael con un
corazón roto por las falsas esperanzas que él le dio. También estaba el hecho
de quedar en coma o con amnesia pero ninguna de las opciones era mejor que la
otra. Así que con ese razonamiento fue que él tomó la decisión.
Se alejó de Michael.
Mike merecía ser feliz, aunque estuviera lejos de él.
Ashton lloraba, seguía abrazándose a sí mismo.
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