Idiota
Capítulo
31. Compartiendo casa.
Antes de comenzar las clases, los chicos deben de
asistir a un curso de inducción de un mes de duración. Los únicos que comparten
el mismo curso son Calum y Luke. Es por eso que Michael se encuentra renegando
en estos momentos.
-La vida es cruel, lo juro – hace pucheros – primero
me separan de ti en el único curso que puedo compartir contigo y ahora con este
maldito ensayo de 500 palabras sobre “La
historia de la música”, ¿Quién demonios deja tarea en el curso de
inducción? – alza los brazos.
-Nadie te odia, Mike… - consuela Ashton, quien está
acostado boca abajo en la alfombra mientras lee un comic que ha sacado de la
maleta de su novio o casi novio.
-Odio la historia, ¿no simplemente podría ir de lleno
a rockear? – se cruza de brazos, se gira para dejar de ver la pantalla de su
laptop y mejor admirar desde arriba a su casi novio quien esta entretenido
leyendo el comic en el suelo.
-Te aseguro que es solo el comienzo – deja salir
distraídamente.
-Deberías estar de mi parte y unirte conmigo en las
quejas hacia los profesores.
Ashton deja de leer, rueda sobre su cuerpo para quedar
completamente boca arriba, mira fijamente hacia Michael. Juguetea con sus cejas
y el teñido entiende enseguida la indirecta, se levanta de su asiento y se
posiciona sobre Ashton. Junta sus frentes sin perder el contacto visual, con su
mano derecha acaricia la mejilla izquierda del rizado.
-¡Clifford voy a asesinar a tu…! ¡Nooo, mis ojos! –
Luke se cubre el rostro con ambas manos después de ver la posición en la que se
encuentra su mejor amigo y su novio.
-Es tu culpa por entrar sin avisar – Mike frunce el ceño,
incorporándose lentamente, Ashton se queda en donde está imitando la acción de
su amigo rubio.
-Es culpa de Calum – el ojiazul señala hacia la puerta
o esa es su intensión ya que continúa cubriéndose el rostro con una sola mano -
¿Le puedes decir que no puede andar por toda la casa, desnudo?
Mike sonríe de lado al ver a su amigo moreno llegar
hasta con ellos.
-Yo lo veo vestido decentemente – comenta.
Luke descubre su rostro para nuevamente cubrirlo.
-¡Agh! ¡Aún está sin vestirse! ¡Mis ojos!
-Que drama, rubio, qué drama. Y a menos que no tengas
lo mismo que yo tengo, no es como si no hubieras visto algo igual antes – Calum
se encogió de hombros.
El rubio lo miró ceñudo, cruzándose de brazos.
-Además trae boxer, no es como si estuviera todo
desnudo – Ashton rodó los ojos, levantándose del piso.
-¡Nooo, tus
ojos! – Mike le cubrió el rostro a Ashton - ¡Maldita sea Calum, vístete!
-Pero, Mike, si Calum esta vestido decentemente – Luke
se burló de él.
-¡Largo de la habitación! – ladró, Ashton comenzó a
reírse.
[…]
-Calum, asesinaste al microondas – Luke frunció el
ceño, mientras veía cómo el microondas daba sus últimos segundos de vida.
-Nadie me dijo que no se podía meter papel aluminio
dentro – se cruzó de brazos.
-Eso todo el mundo lo sabe – el rubio extendió los
brazos.
-Yo no soy todo el mundo – el moreno gruñó.
-¿Y si cenamos fuera? – Mike propuso.
-Yo voto a favor – Ashton lo secundó.
-Tú siempre votarás a favor de tu novio – Luke rodó
los ojos.
Ambos muchachos se sonrojaron.
-Bien, cenaremos afuera – Calum sonrió – Y ninguna
palabra a mi madre que he asesinado el microondas.
-Vayamos en bici – el teñido propuso. De alguna manera
se las ingenió para que le enviaran su bicicleta desde Australia.
-Eres el único que tiene bici – Luke gruñó.
-Hay una en el patio trasero – anunció Ashton.
-Sé que los números no son lo tuyo Ashton, así que… te
explicaré – Calum puso cara seria – somos cuatro, hay dos bicis, entonces…
tendremos que dividirnos.
-Yo me apunto con Mike – Ashton sonrió, abrazándose a
su casi novio – él me puede llevar, ya es experto.
-Qué novedad… - musitó Luke.
-Yo quiero la bici y puedo llevar…
-Ni en tus más raros sueños Hemmings, yo pido la bici
y yo te llevo…
-No, yo la…
-Quien llegue primero a la bici es el que la manejará
– gritó Mike antes que los chicos comenzaran en una nueva discusión.
Sin pensarlo mucho, los aludidos corrieron hacia el
patio trasero.
Diez minutos después, Michael iba manejando la bici y
Ashton iba detrás sobre los diablitos. El teñido se sentía orgulloso ya que en
verdad, se consideraba un experto en el ciclismo o al menos ya no se estampaba
en cuanto poste se le cruzara.
-¡Ve más rápido! – a lo lejos se escuchaban las quejas
de sus amigos.
-¡Yo manejo, yo decido a qué velocidad voy!
Ashton giró su rostro para ver cómo Calum iba al mando
de la bici y su amigo rubio iba atrás, sobre los diablitos.
-¡Quien llegue al último paga! – propuso Michael.
-¡Acelera! – Gritó Luke a Calum - ¡Michael es capaz de
comerse cinco pizzas enteras!
La risa de Ashton y Mike se escuchó por toda la
solitaria calle.
-¡Mike!
-¡Dime!
-¡Te amoooo!
El teñido tuvo que maniobrar para no estamparse en el
árbol que estaba a unos cuantos metros frente a ellos. Lograron, con demasiada
suerte, bajarse de la bici sin que ninguno de los dos saliera golpeado en el
intento. Ambos cayeron al suelo, Michael encima de Ashton.
Michael estaba asustado, Ashton tenía un ataque de
risa.
-¿Estás bien? – el rizado frunció ligeramente el ceño,
borrando su sonrisa.
-Sí…- musitó, viéndolo directamente a los ojos.
-Te… ¿asusté con lo que te dije?
-Me sorprendiste y casi te mato… otra vez – Mike
desvió su mirada.
Ashton lo tomó de la barbilla, obligándolo a verlo a
los ojos.
-Te amo, Mikey – ambos se sonrojaron. Ashton pasó sus
manos alrededor de su cuello y lo acercó para besarlo lentamente.
-Ey, tortolos… ¡les vamos a ganar! – gritó Calum,
cuando pasaron por su lado.
-¿Y si nos regresamos a la casa? – propuso el teñido,
ignorando a su amigo.
-Has leído mi mente – jugueteó con sus cejas.
-Espero que lleven mucho dinero – musitó Mike,
refiriéndose a sus amigos porque definitivamente ellos no llegarían a la
pizzería.
-Sabes que nos meteremos en problemas por eso.
-Pero valdrá la pena – en el teñido había un brillo
especial en sus ojos.
Compartieron un beso más antes de dirigirse hacia la
casa.
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