Idiota
Maratón Luke
I. Hasta aquí, todo bien.
Luke ha estado evitando su habitación desde hace tres días
o mejor dicho a Ashton. Se siente culpable. Su amigo castaño estaba atravesando
una situación difícil con Michael. Todo iba muy bien entre ambos incluso le
había recomendado escribirle una carta y él se había comprometido a entregarla.
Ashton no escribió una carta, escribió dos. El rubio, aprovechando que Ashton
había ido a la biblioteca a entregar algunos libros, leyó ambas cartas, no con
el fin de invadir la intimidad de su amigo sino para saber qué efecto
ocasionaría al destinatario. Obviamente escogió la que mejor convenía. No podía
seguir ignorando el hecho que tanto Michael y Ashton la estaban pasando mal y
tenía que hacerlos reaccionar ya. Entregó la carta o mejor dicho, la pasó por
debajo de la puerta de la habitación 210.
Hasta ahí, todo bien.
Ashton y Luke estaban en la habitación, cada uno en
sus propios asuntos. El castaño recibió una llamada, al parecer su madre regresaba
de un largo viaje y él podría ir a verla junto a sus hermanos menores.
-Me ausentaré por dos días más, mi madre pidió permiso
por mí – anunció Ashton – ¿me pasas los apuntes de las clases cuando regrese?
-Pero yo no anoto – se quejó el rubio, Ashton sonrió.
-No seas flojo, Luke – le arrojó un cojín en el
rostro, el rubio cayó.
-¡Oye! – gritó desde el suelo.
-Te veo luego, iré a ver lo del permiso en
Coordinación – el castaño salió de la habitación.
Hasta ahí también, todo iba bien.
Luke seguía en el suelo, la verdad era que había
quedado en una posición bastante cómoda. Escuchó la puerta abrirse con suerte
era Michael y arreglaba todo con Ashton. No, no era Michael. Era Melisa.
-Hola – el rubio se dirigió hacia ella, la tomó del
rostro.
Le gustaba la muchacha, no podía negarlo. La había
conocido en las vacaciones de verano del año anterior en el concierto de Green
Day. Habían congeniado tanto que intercambiaron números. El rubio no perdió las
esperanzas al enterarse que estarían en el mismo colegio. Cuando la muchacha le
confesó que no podía seguir viéndolo porque tenía novio, Luke se sintió mal
pero se prometió no darse por vencido… hasta el momento en que conoció al novio
de Melisa.
-¿En qué piensas? – quiso saber la pelirroja.
Y lo cierto era que, Luke no podía hacerle eso a su
mejor amigo. Ashton le había hablado tanto de su novia y de lo feliz que estaba
que el rubio no quiso meterse… esas eran sus intenciones.
Obviamente falló.
Había vuelto a ver a Melisa, habían salido a citas. Se habían besado en más de una ocasión. Se sentía el ser más miserable, pero
no podía evitar eso que sentía por la muchacha.
-En cómo no romperte el corazón – confesó. La muchacha
agrandó los ojos.
Sí, Ashton y Melisa ya no eran novios pero eso no
significa que él ya podía andar con ella. No, había un código de amistad no
literal, pero estaba implícito, no podías salir con las ex novias de tus amigos
porque eso sería traición y demasiado
raro. Podría haber sentimientos aún ahí lo que traería como consecuencias malos
entendidos, celos y tal vez, si nos vamos a los extremos, perdida de una gran
amistad.
-No tienes que hacerlo.
Melisa también sentía algo por él. No es que haya
dejado de querer a Ashton de la noche a la mañana, pero el muchacho se estaba
alejando de ella lentamente, prefería pasar más tiempo con su compañero de
cuarto, ese chico que a cada momento le llamaba fenómeno o idiota. Al principio
Melisa se molestaba pero entonces lo entendió todo. Ambos se gustaban. En
Michael era demasiado evidente, sobre todo cuando ella estaba cerca de Ashton.
En cambio en el castaño, le tomó algo de tiempo en darse cuenta que él también
gustaba de su amigo. Y, aunque suene demasiado caníbal o gandaya, aprovechó esa
oportunidad para poder estar al lado de Luke.
II. Y hasta aquí, todo estaba mal.
Luke se acercó lentamente a ella, la tomó de la
cintura y la besó. Lenta y pausadamente.
-Emh… Luke, ¿de ca…? ¡¿Qué?!
Y hasta aquí, todo estaba mal.
Luke y Ashton discutieron. El castaño comprendió el
motivo del porqué Melisa había terminado con él. Se sintió traicionado.
Ashton salió de la habitación. Melisa fue en su
búsqueda pero no lo encontró.
Ashton no regresó a la habitación hasta el día sábado,
Luke sabía que tenía que hacer las paces con él antes que se fuera. Su patética
disculpa no alcanzó, terminaron discutiendo nuevamente, Luke lo llamó idiota en
varias ocasiones. Ashton salió de la habitación. Luke se quedó, llorando. Y así
lo encontró Michael. Al parecer quería arreglar las cosas con Ashton. Luke sacó
su frustración en el puño que fue directo hacia el rostro del ojiverde.
Las cosas se complicaron un poco más. Ashton había
tenido un accidente. Luke decidió esperar un poco más para poder aclarar las
cosas con él. Mientras tanto, tenía que alejarse de Melisa.
III. Hasta este punto, las cosas iban bastante bien.
Cuando Luke entró a la habitación, vio a Michael y
Ashton dormidos, muy juntos. Sonrió de lado. Al parecer las cosas se habían
arreglado entre ambos.
-Hola – una voz femenina susurró a su lado.
-Melisa – llamó el rubio, sin despegar la mirada de su
amigo – tengo que decirte algo importante.
La muchacha asintió. Luke se mordió el labio inferior.
La miró directamente a los ojos.
-Me gustas, estoy enamorado de ti – confesó – Pero,
también me importa él – señaló hacia Ashton, quien hizo una mueca cuando su
herida de la frente tocó el hombro de Michael – No puedo estar contigo si con
ello estoy mal con él.
La muchacha asintió, sus ojos llenándose de lágrimas.
-Lo sé, de alguna manera, opino lo mismo.
Se abrazaron cariñosamente.
-No tienen que hacerlo – se sobresaltaron.
-¡Ashton! – llamaron al unísono.
-Si ambos se gustan y se quieren, yo no soy nadie para
retenerlos – los miró fijamente. El accidente le había hecho reflexionar sobre
muchas cosas y no quería perder a dos personas importantes por algo realmente
estúpido.
-Ashton… - susurró Melisa.
-Solo una cosa, Luke. Solo él… – señaló hacia Michael
– me puede llamar idiota.
Los tres sonrieron.
Hasta este punto, las cosas iban bastante bien.
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