Idiota
Capítulo
27. El principito
[Mike]
Estoy tan desesperado por encajar en todo con el
fenómeno que ahora me encuentro justo frente a la casa del principito. Sí, el
principito.
¡Agh!
Tocó el timbre y en cuestión de segundos abre el
muñequito de ojos azules. Alza una ceja y ladea ligeramente la cabeza.
-Emh… creo que has tocado la puerta equivo…
-Cállate – suelto y entro sin invitación.
-De acuerdo – canturrea, confundido.
Nunca he estado aquí, así que me limito a andar de un
lado a otro en lo que es la sala de estar.
-¿Algo de tomar? – ofrece, rascándose la nuca.
¿Luzco igual de incomodo como él?
Niego con la cabeza a su pregunta.
Nos quedamos en silencio un par de segundos. Debo de
hablar, soy el que vino hasta acá y sin embargo; no me salen las palabras.
-¿Juegas al FIFA? – pregunta y yo me limito a
encogerme de hombros.
Nos dirigimos hacia el segundo piso, que es donde creo
esta su habitación. Ha dejado el juego en pausa, supongo que era lo que estaba
haciendo antes que yo llegara.
Me presta un control y en segundos ya estamos jugando.
Debo admitir que es bueno en esto del FIFA. Cuando parece que al fin la tensión
ya se ha disipado, carraspeo ligeramente. Supongo que ya no tengo que alargar más
el asunto.
-Entonces… me dirás el secreto – suelto, sin despegar
la mirada de la pantalla, puedo ver de reojo, cómo el principito frunce el
ceño.
-¿Qué? – Voltea a verme, lo cual me da ventaja en el
juego - ¡oye, eso es trampa!
Suelto una sonrisa floja.
-El secreto – repito – del hermano de Ashton.
-¿Harry? – frunce el ceño, esta vez sin despegar la
mirada de la pantalla - ¿Qué secreto?
-Para que… ya sabes, te deje estar con el fen… Ashton
– muerdo mi labio inferior, tratando de todas las maneras posibles de no
sentirme estúpido ante la pregunta.
El principito parece tomarse su tiempo o tal vez no ha
entendido mi pregunta o…
-¡Sí…! Punto para mí – sonríe de lado, bufo.
-No quiero jugar – murmuro. Ahora entiendo a Calum.
-Así que… el pequeño Harry ha tenido la conversación contigo, ¿cierto? – sonríe
de manera presuntuosa y a mí me dan ganas de golpearlo y tumbarle todos los
perfectos dientes.
-No hubo conversación – gruño.
-Pero te ha dicho que le quieres quitar a su hermano,
¿cierto? – juguetea con las cejas.
En serio, si sigue de esa manera terminaré golpeándolo.
Solo me limito a asentir lentamente.
-Te contaré una historia, Mike – el principito se
levanta y se tira en su cama, las manos detrás de la nuca – cuando recién mi
familia se mudó a esta casa, de eso hace tres años, los vecinos de enfrente nos
dieron la bienvenida. Congenié de inmediato con Ashton, ya sabes, mismos gustos
mismos pasatiempos. Nos reuníamos todas las tardes en el parque para dar paseos
en las bicis o carreritas. Dos semanas después, cuando pasé por Ashton a su
casa, Harry me abordó y prácticamente me acusó de querer robarle a su hermano
mayor.
Frunzo el ceño, sospecho que Calum le ha estado
contando al principito mi historia.
-Yo no le quiero quitar a su hermano – mascullo.
-Claro que sí. Y ambos sabemos lo que le quieres hacer
– sonríe mordazmente.
-Tengo tantas ganas de romperte la cara, Luke – gruño,
fulminándolo con la mirada.
-Lo siento – sonríe.
-¿Y? – inquiero, después de varios minutos en
silencio.
-Eso es todo – se encoge de hombros y esta vez gruño
demasiado fuerte.
-No sé a qué demonios he venido – me dirijo hacia la
puerta.
-Mike, espera – el principito me agarra del brazo para
detenerme. Lo empujo.
-Déjame en paz – muy mala idea de venir.
-Mike… - ruedo los ojos al ver al muñequito de ojos
azules interponerse en mi camino – es más que obvio, Harry esta celoso.
Tardo varios segundos en procesar su información.
-¿Qué? ¿Harry celoso? ¿De quién? ¿De mí? – parpadeo en
son de duda.
Luke rueda los ojos.
-Ashton vivía con nosotros, Mike. En el internado.
Recién llega a su casa. Solo en las vacaciones Harry puede convivir con su
hermano. Te recuerdo que en menos de un mes, nos vamos a ir a Londres.
Espera, eso tiene sentido.
-Harry quiere pasar todo el tiempo posible con su
hermano.
-Y yo le he quitado parte de ese tiempo – murmuro.
El principito se encoge de hombros.
-Pero… no veo que se moleste contigo – frunzo el ceño
– tú también le quitas parte de ese tiempo – me defiendo.
-¿En serio, Mike? – sonríe de lado – te contaré otra
historia.
-No más historias – ruedo los ojos – solo ve al grano.
-A mí no me gusta Ashton. Esa es la diferencia.
-¿Qué?
-Le hizo lo mismo a Giselle – se encoge de hombros.
¿Giselle?, ¿Quién demonios es esa? – su primer novia.
-Genial, me ve como amenaza.
-Solo esta celoso, ¿acaso no me has escuchado? – rueda
los ojos.
-Tengo que irme – lo hago a un lado para salir de su
habitación.
Me detengo al pie de la escalera. Giro y veo al
principito viéndome.
-Gracias.
-Suerte – me dice, levantando el pulgar de su mano
derecha.
Ruedo los ojos.
Salgo de la casa del principito con una sonrisa de
lado.
Celoso.
¿Quién diría que alguien estaría celoso de mí?
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