Idiota
Capítulo 2.
Al fenómeno le gusta el principito.
[Michael]
Cuanto te vuelves un experto en esto de acosar a
alguien aprendes muchas cosas. La principal, si no quieres descubrir cosas
malas y después sentir mucho dolor, no espíes. Pero a la larga uno comienza ser
un poco masoquista.
Así es la cosa
esta que tengo con Asno, bueno, con
Ashton. Descubrí un par de semanas atrás que al fenómeno le gusta el principito. Ya saben, ese muchacho rubio, de
ojos azules, alto y largas piernas. Típico chico que trae a un montón de niñas
alborotadas y babeando por él. Todo un muñequito, un ken, un principito. Luke.
¿Quién demonios puede llamarse Luke? Bueno, ese, el muchacho de ojos azules.
El torpe se
babea por él aunque quiere disimularlo. Obviamente no lo ha logrado. Esta
confundido, porque aún tiene a la zorra
a su lado. En varias ocasiones lo he escuchado llorar por las noches y eso me
duele. No me gusta verlo sufrir o escucharlo llorar por algo que no vale la
pena. Porque esas acciones contrastan con la hermosa sonrisa ganadora de
premios que mantiene durante todo el día.
Una vez intenté hablar con él, pero no salió para nada
bien.
-Oye, animal – llamé antes que saliera de la habitación. Estábamos
solos. El muñequito de ojos azules había madrugado para ir a clases.
Ashton rodó los ojos. Se le veían algunos rastros de lágrimas y eso me
dolía enormemente.
-Las malas lenguas dicen que necesitas un tutor para la clase de algebra.
Y por malas lenguas me refería al principito.
Asintió.
-Yo soy bueno en algebra – presumí.
-¿Me ayudarás? – alzó las cejas, sorprendido.
-No – reí. Él frunció el ceño.
-Entonces, por qué me dices eso. No tiene sentido.
Me encogí de hombros.
-Solo quería ver lo… tonto que eres en estos momentos.
Volvió a rodar los ojos y salió de la habitación.
“Hermoso”,
eso es lo que significa tonto en mi
retorcido código. Estaba sonriendo, le había dicho hermoso frente a su cara y
él no tenía idea, así como yo no la tenía que el principito estaba en la habitación después de todo.
Me empujó bruscamente, tropecé con la cama del estúpido.
-Deja de llamarlo de esas maneras – Luke me miraba
como asesino en serie. Fruncí el ceño.
-¿Qué?
-Deja de insultarlo – me apuntó con su dedo índice, lo
aparté bruscamente.
-Lo llamo como quiera – me dirigí hacia la puerta.
-Tus palabras, lo lastiman.
-Lo he llamado de esas maneras desde antes que tú
reaparecieras en su vida – fruncí el ceño – si le molestara, me lo hubiera
dicho – salí, dando un portazo.
Imbécil.
Y esa palabra era literal y dirigida hacia el niño de
ojos azules.
¿Por qué demonios Ashton se fijaría en alguien como
él?
Y al parecer el sentimiento es mutuo. El principito también gusta del fenómeno.
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