Idiota
Capítulo
17. Preocupado por el fenómeno.
[Michael]
Idiota.
Idiota.
Idiota.
¿En dónde hay un árbol para seguirme dando de golpes?
Por suerte hay una amplia pared que sustituye muy bien a aquel tronco del árbol
frondoso del jardín trasero. Me encuentro en el hospital “San Javier”. No, yo
no soy el que está internado, aunque si recibí un par de puntadas en mi brazo
derecho. El que se llevó la peor parte fue el fenómeno.
Deberían de golpearme hasta la inconsciencia por ser
el rey de los imbéciles. Solo a mí se me ocurre caminar de reversa hacia la
carretera con los ojos cerrados arriesgándome a que me atropellen. Y lo
hubieran logrado de no ser por Ashton. Siempre es Ashton. Él salvó mi vida y
ahora él es el que está en una habitación del hospital inconsciente.
-Mike – ese es mi amigo Calum, por suerte él llegó
justo en el momento del accidente y llamó a la ambulancia – deberías estar en
la habitación descansando.
Si, bueno, Ashton debería estar despierto, sano y
salvo y no… no…
Oh, dios.
Muerdo mi labio interior. Me deslizo por la pared
hasta quedar sentado en el suelo. Abrazo mis rodillas mientras escondo mi
rostro en éstas.
-¡Luke! – escucho la voz de una mujer a los lejos. Cierto,
el principito también está aquí, junto con la zorra - ¿en dónde está mi hijo?,
¿Ashton está bien?
¿Ha dicho hijo?
Alzo mi mirada hasta encontrarme con la dueña de la
voz. Es una mujer de cabellera rubia y puedo identificar ciertas facciones que me
recuerdan al fenómeno.
Ella es la madre de Ashton.
El doctor llega en cuestión de segundos para darnos
noticias.
Me siento tan culpable, tan… fuera de lugar. Ella es
la madre. El principito el mejor amigo. La zorra… la ex o tal vez aún sigue
siento la “novia” a los ojos de la madre. Y yo… ¿yo que soy? Cierto. El chico
causante de que Ashton esté inconsciente.
El doctor intercambia palabras con ellos, yo no me
muevo del lugar por más que quiera, mis pies se han revelado y no obedecen
órdenes. Veo al doctor y la madre de Ashton caminar hacia las habitaciones, tal
vez irán a verlo.
Bajo la mirada, luego veo a Calum en son de súplica.
-Él estará bien – esa no es la voz de mi mejor amigo,
giro el rostro y veo al principito frente a mí – Recibió un fuerte golpe en la
cabeza, pero parece que no es nada grave. En un par de horas podremos verlo –
él sonríe, más o menos. Intento regresarle la sonrisa, pero solo me sale una
mueca.
-Gracias – susurro.
No sé cuánto tiempo ha transcurrido. Pero en este
tiempo, la madre de Ashton se ha ido a casa a ver a sus otros dos hijos
prometiendo volver. La zorra también se ha ido. Calum sigue a mi lado, se ve
cansado pero no me ha dejado solo ni un momento. El principito ha ido a comprar
algunas provisiones en la máquina expendedora de golosinas.
-Me he topado con la enfermera, me ha dicho que Ashton
aún no despierta pero ya podemos entrar a verlo – me levanto rápidamente.
Mis ojos piden a grito ser el primero en entrar a
verlo aunque no me lo merezca.
-Entra tú primero – ofrece el principito.
-¿Qué? – parpadeó un par de veces.
-Tengo la sensación que si no eres el primero te dará
un ataque. Tal vez así se te quite esa cara de zombie que traes – sonríe de
lado.
No lo pienso dos veces.
-Gracias – digo antes de salir, literalmente corriendo
hacia la habitación del fenómeno.
Mis manos tiemblan al girar el pomo de la puerta.
Lentamente entro a la habitación.
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