Zopenco… tesoro

SMC. Súper Mega Código. By Michael Clifford 

Zopenco… tesoro

-¡Noooo! – Ashton gritó, pero aún así no evitó que el libro de Historia se mojara.

-¡Demonios! ¿Qué haremos ahora? – preguntó Michael.

-Fue tu culpa – le apuntó con el dedo, ceñudo.

-¡Por supuesto que no! – el ojiverde se quejó.

-¿De quién fue la brillante idea de hacer el trabajo en la piscina?

-Pudiste negarte – se excusó rápidamente. Ashton entrecerró los ojos.

El rizado sacó el libro de la pileta, el agua escurría por todos lados. Hizo un gesto de circunstancias, estaban en grandes problemas ya que el libro pertenecía a la biblioteca.

-La culpa es de la bibliotecaria, ¿para qué nos expulsa de la biblioteca?

-Nos expulsó por tu culpa – gruñó el rizado.

-Todo es mi culpa. Si, por supuesto, culpen al inocente e indefenso de Michael Clifford.

Ashton soltó una carcajada.

-¿Y ahora porqué te burlas de mí?

-Oh, Mike, tú eres todo menos inocente e indefenso.

El aludido iba a reclamar, pero mejor decidió admirar a su compañero, quien aún estaba arrodillado tratando por todos los medios de sacar toda el agua posible del libro.

-Esto no tiene remedio – Ashton negó con la cabeza, mostrando el libro a Michael.

-¿Y si entramos a escondidas a la biblioteca y sacamos un libro igual a este a escondidas y lo entregamos en lugar de este?

El rizado alzó una ceja.

-Admítelo, es mejor plan al que tú vas a sugerir.

-Si aún no he dicho mi plan.

-Apuesto que incluirá una disculpa y toda mi mesada se ocupará para comprar un nuevo libro.

-No… - Ashton rodó los ojos. La verdad era que precisamente eso iba a sugerir.

-Adiviné, ¿cierto?

-Agh, mejor vámonos de aquí, en el camino se me ocurrirá algo. No, Mike, nada de robar más libros – el aludido rodó los ojos.

-Tal vez… no sé, lo podemos poner a secar en la azotea o meterlo en la secadora – le sonrió de lado.

-Mike… en serio a veces eres un…

-¿Genio?

Ashton frunció el ceño.

-¿Listo? ¿Guapo? – Jugueteó con sus cejas - ¿el mejor de todo el mundo?

-Iba a decir “zopenco”, pero ya te he maltratado mucho este día.

-¿Quién demonios dice, “zopenco” hoy en día? Usas las mismas palabras de mi abuela.

-Gracias, tesoro, tú siempre tan amable – dejó salir irónicamente.  

Mike se sonrojó levemente ante la forma que Ashton se dirigió hacia él.

-¡Oye! – el rizado llamó ya que Mike había dejado de caminar desde hace rato.

-¡Voy! – El aludido corrió los escasos metros que lo separaban de su amigo – Pareces mi madre – musitó.

-Tu madre no haría esto – le pegó con el libro en el hombro.

-¡Ey! – Ashton sonrió, alejándose de él.

Mike sonrió, pero su sonrisa desapareció en cuanto vio a Melisa llegar al lado del rizado.

-Mike, no vemos más tarde – Ashton se despidió con un movimiento de mano.

-Por supuesto… zopenco – el ojiverde escuchó la risa de Ashton a lo lejos.

[…]

Mike ya lo había llamado de esa manera, pero ahora esta palabra ya contaba con un nuevo significado. Y, definitivamente, estaría en el código.

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