viernes, 2 de diciembre de 2016

II. Lauren

Idiota



II. Lauren.


Mike gruñe por tercera o cuarta vez, quien sabe he perdido la cuenta, luce algo estresado. Mira para todos lados y se rasca la nuca. De acuerdo, creo que ya sufrió demasiado.
-Mike, tienes muy mal sentido de la orientación, ¿estás seguro que ya habías venido a este lugar? – suelto una risita.
El pelirrojo gruñe.
-Sí… - responde no muy seguro.
-Bien, porque si seguimos en línea recta nos adentraremos demasiado al bosque – advierto.
-Es oficial. Tú serás la guía – se encoge de hombros.
-Es por acá – le hago una señal con la mano para que me siga.
En cuestión de segundos llegamos al río. Mike comienza a llenar los baldes que le ha entregado su madre.
Últimamente he visto a este muchacho muy unido a mi hermano. No solo eso, he visto un brillo especial en sus ojos cuando se miran mutuamente. Seré joven pero sé de estas cosas. 
-Entonces… ¿te gusta mi hermano?
-¡¿Qué?! – Mike agranda los ojos de manera graciosa, mi pregunta le ha tomado por sorpresa porque ha dejado caer el balde con agua – yo… no… sí… no… emh… ¿Qué?
Suelto otra sonrisa.
-Te has sonrojado – señalo.
-No, yo no me sonrojo – niega efusivamente con la cabeza, sonrojándose aún más.
-Entonces sí te gusta – lo miro directamente a los ojos – tú también a él, aunque algo me dice que eso ya lo sabes.
-Eso… ¿no te molesta? – me mira fijamente.
-¿Debería? – se encoje de hombros.
-Al parecer a Harry sí.
-Él esta celoso, siempre es así con las nuevas amistades… o novios – confieso – también lo hizo con Luke hace tiempo y con Jacob.
-¿Quién es ese Jacob? – frunce el ceño. Parece celoso, no puedo evitar sonreír.
-Umh… mi mejor amigo.
-Oh…
-Pero tú me caes bien – le confieso – además, haces feliz a mi hermano, mucho más que Melisa.
-¿Gracias?
Sonrío.
Después de varios minutos llenamos los baldes y nos encaminamos hacia la cabaña.
-¿Son novios?
-No oficialmente.
-¿Y… le vas a pedir que sean novios? – inquiero.
-Ese es el plan.
-¿Cómo se lo pedirás?
-Aun me faltan definir detalles y… - se detiene y hace que choque con él, por suerte no he tirado el agua. Dirijo mi mirada hacia donde él la tiene y puedo ver la causa de su ceño fruncido.
Melisa está conversando con Ashton. Ruedo los ojos. ¿Qué hace ella aquí?
-Ellos ya no son novios – suelto.
-¿Qué? – Mike me mira de manera extraña – sí, lo sé.
-Ella es novia de Luke – confieso. No quiero que por culpa de esa chica, Mike se enoje con mi hermano.
-Lo vi venir – musita.
-Es una zorra – mascullo.
Lo admito, no me cae bien Melisa.
-Palabras fuerte para una jovencita de quince años – me encojo de hombros.
-Solo digo la verdad.
-Me caes bien – me sonríe.
-Y solo por eso, te ayudaré con mi hermano. Aunque algo me dice que no necesitas ayuda. Vi cómo el otro día él salió con su guitarra. ¿Te ha llevado serenata?
-Sí lo hizo – sonríe de lado.
-¿Qué canción te ha dedicado? – pregunto emocionada, cada vez nos acercamos a la cabaña.
-Su propia versión de Perfect Two – doy un gritito al escuchar el nombre de la canción.
-Es mi canción favorita – confieso, aunque algo me dice que ya lo sabe. Siempre ando cantándola o escuchándola.
Melisa se va antes que nosotros lleguemos, Ashton nos sonríe al vernos llegar.
-Los iba a ir a buscar, han tardado – confiesa.
-Tuvimos unos problemitas para llegar al lugar – Mike se encoge de hombros.
-Pero Lauren es una guía experta, ¿cierto? – mi hermano me abraza por la espalda.
-No seas barbero* – ruedo los ojos, zafándome de sus enormes brazos.
-Bueno, el fenómeno no miente – deja salir Mike.
-¿Fenómeno? – frunzo el ceño.
-Ashton, eso quise decir – Mike parece nervioso.
Lo extraño de todo es que a mi hermano no le ha molestado la manera en la que se ha referido a él. No es la primera vez que Michael utiliza ese término, en una ocasión lo escuché llamarlo “idiota” y “analfabeto”. Los chicos tienen una manera extraña de amar.
Al final me encojo de hombros y me dirijo hacia la cabaña a buscar a mi mamá y pensando en la manera de cómo Mike podría pedirle a mi hermano ser su novio.

***
Barbero. Acá por mi barrio XD … en México “barbero” es una expresión para referirse a una persona que halaga o adule a alguien por conveniencia.


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