Medio Limón
Capitulo seis.
Una extraña alianza con el hijo de la sirvienta
Después de la
muerte del matrimonio Hemmings-Irwin, los chicos estuvieron envueltos en
algunos trámites legales. El más complicado y que al final se resolvió de la
mejor manera, fue la tutoría de Luke. Ashton, por ser el único familiar cercano
al rubio y siendo mayor de edad, se le otorgó la tutoría bajo ciertos términos.
La principal, ambos
debían de vivir en la mansión Hemmings. Por ningún motivo podían salir de la
ciudad y mucho menos del continente. Tendrían visitas bimestrales de algún
trabajador social y debían de aprobar el checklist de la visita. Y por último,
y no por eso menos importante, cada mes debían de ir a las sesiones
terapéuticas con la psicóloga.
Es por ello, que en
esos momentos, Ashton está en la sala de estar observando el cuadro en donde
está la fotografía familiar mientras espera la llegada de Luke.
El rubio no estaba
de ánimos, no le gustaban las visitas con la psicóloga, le hacía recordar ese
día del accidente y los hechos del secuestro, él quería olvidar. Bajó
lentamente las escaleras hasta llegar con Ashton. Carraspeó quedito para llamar
su atención. El rizado se giró y supo de inmediato que tanto a él como a Luke,
esas visitas no le agradaban en lo más mínimo.
-Podemos llamar a
Calum – dejó salir. El rubio negó con la cabeza.
-¡Ya estoy listo! –
anunció Michael desde lo alto de la escalera. Ashton rodó los ojos, señal que
no le agradaba mucho la presencia del ojiverde pero tenía que hacer de oídos
sordos, después de todo el teñido era el mejor amigo de Luke y al parecer el
único (además de Calum) que lograba mantenerlo tranquilo.
Ashton avanzó hacia
la salida dejando al par de amigos solos.
-¿Todo bien, Luke?
– preguntó en cuanto estuvo frente a su amigo. El aludido asintió sin ánimos –
Podemos quedarnos en casa, es lo que te gusta hacer después de todo – medio
sonrió.
-No, tenemos que ir
– el rubio sacudió la cabeza y le sonrió a su amigo.
Ambos se dirigieron
hacia la salida. Víctor, el chofer, ya estaba en el auto con Ashton de
copiloto.
-¿Es en serio? –
Mike frunció el ceño, señalando hacia el rizado. Luke sonrió de lado, de esas
pocas sonrisas que últimamente mostraba.
-Suele hacer eso –
se encogió de hombros.
-¿Acaso no sabe el término
“chofer”?
-Por si no te has
dado cuenta, Mike, Ashton no entiende muchos términos – dejó salir divertido.
Hizo una señal con la mano y se encaminaron hacia el coche, donde Francis los
esperaba al pie de la puerta deslizante.
[…]
Las sesiones se
llevaban a cabo dentro de un edificio de cuatro plantas, en el tercer piso. El
primero en pasar fue Ashton. La psicóloga Amy, sabía que el muchacho no se
quedaría tranquilo tras el asesinato de su madre, nunca se lo dijo abiertamente
pero le dio a entender que él mismo se encargaría de hacer justicia a su
familia si se le presentaba la oportunidad. Amy siempre trataba de persuadirlo,
hasta que un día Ashton se dio cuenta de ello. Es por eso que en ese momento se
mostró más tranquilo y no dio alusión alguna sobre la pequeña venganza que
tenía planeada, la psicóloga le creyó aunque no por eso dejó de preocuparse
sobre ello.
Media hora después,
llegó el turno de Luke. Amy estaba más preocupada por el rubio (incluso más que
por la venganza de Ashton), en la última sesión, el rubio había hecho un
comentario que no dejó tranquila a la mujer.
-Luke, en tu última
visita, mencionaste que tu vida le pertenece a Ashton, ¿podrías hablarme más
sobre ello?
[…]
En las afueras del
consultorio, Francis estaba de pie sobre el pasillo mirando por un gran
ventanal, Michael estaba sentado en la sala de espera, muriendo del
aburrimiento y Ashton estaba mandando mensajes por el celular a Britany.
De Britany:
Tengo buenas y malas noticias.
De Ashton:
Dime ambas, no importa.
De Britany:
Es mejor que te las diga en persona.
De Ashton:
Lo encontraste, ¿verdad?
De Ashton:
¿Britany?
De Ashton:
¡Responde…!
De Britany:
Iré a tu casa.
De Ashton:
No estoy. Dímelas.
El rubio suspiró largamente. Había llegado el momento
de decirlo. Estaba tranquilo porque ya había asimilado lo que haría y estaba
listo. Además, todo lo que dijera en esa habitación era confidencial, nadie
sabría. Ni Calum ni el propio Ashton.
-Así es… mi vida le pertenece.
-¿Por qué lo dices?
-Cuando… nos mantuvieron… prisioneros. Ashton y yo
estábamos en habitaciones diferentes, la única conexión que había entre ambas era
una ranura con barrotes oxidados que se encontraba casi en el techo. Yo estaba
asustado, la mayor parte del tiempo estuve llorando después que uno de los
secuestradores me amenazó con… con… - a Luke le dio un escalofríos con tan solo
recordar la asquerosa voz del sujeto y la manera tan depravada con la que lo
miraba – con… hacerme… daño…
Ashton hizo un
mohín con la nariz, no estaría tan tranquilo hasta saber cuáles eran esas dos
noticias que Britany le diría. No podía esperar hasta que ella fuera a su casa.
No. Si ella ya sabía en dónde estaba el asesino de su madre, Ashton tenía que
saberlo de inmediato.
De Ashton:
Britany, para eso te he contratado, dímelo.
El rizado mantenía
sujeto el celular con demasiada fuerza, incluso los nudillos de los dedos se
estaban tornando a blanco por la fuerza empleada.
-¿Estás mucho mejor? – preguntó Amy, quien se encontraba
sentada a un lado del rubio.
Luke asintió brevemente, dejando el vaso con agua (que
le había ofrecido la mujer para calmarlo un poco) sobre la mesita.
-Gracias – musitó - ¿Sabe? Ashton es increíble, es
genial – le sonrió, una lagrima resbaló por su mejilla – él… no sé cómo le
hizo, pero él quitó los barrotes oxidados y se metió a la habitación en donde
yo estaba. Y tenía un plan. Un plan para hacernos salir de ahí junto con
nuestros padres.
La mujer asintió.
-El secuestrador que me amenazó fue quien regresó,
Ashton logró noquearlo con uno de los barrotes y logramos salir de la
habitación, pero no llegamos muy lejos… a mitad del pasillo nos encontramos a
los otros dos secuestradores.
-Ahora regreso –
anunció Michael, si seguía en ese lugar un minuto más se quedaría dormido, se dirigió
hacia el sanitario para refrescarse un poco el rostro.
Francis hablaba por
el celular con Víctor, quien al parecer no había encontrado algunas refacciones
para el auto así que iría a otro lugar y probablemente tardaría un poco más en recogerlos.
El guardaespaldas estaba enfrascado en la conversación con el chofer que no se
dio cuenta que Ashton se alejaba lentamente de él…
-No te escucho
Britany, saldré del edificio – anunció Ashton.
Britany había
decidido llamar al rizado para tranquilizarlo un poco.
-¡No salgas! – Advirtió, pero el de mirada hazel ya estaba en la entrada del
edificio - ¡Ashton, por favor!
-Britany, mejor
dime que la buena noticia es que has encontrado al asesino de mi madre – gruñó.
-Ashton, no salgas de casa.
-No estoy en casa,
visita con la psicóloga – recordó.
-¡Entonces no te alejes de Francis! – ordenó.
-Si mal no lo
recuerdo, yo te doy órdenes a ti – frunció el ceño.
-¡Ashton, por favor!
-¿Me vas a decir
qué demonios ocurre?
-Es muy grave la situación, Ashton. Es mejor que…
-¡Ashton, con un demonio, regresa con Francis! – el aludido dio un bote sobre su lugar al escuchar
la voz de su mejor amigo.
-¿Calum? – casi
podía ver a su amigo rodar los ojos.
-Iremos a tu casa, te daremos las noticias. Es la
última palabra de ambos – anunciaron.
-Ellos reían… - Luke musitó – podía sentir a Ashton
tenso, lo sé porque yo lo sujetaba del brazo en un vano intento de encontrar
protección, y esos sujetos seguían riéndose. A los pocos segundos el sujeto que
me amenazó nos alcanzó por el otro lado del pasillo. Estábamos rodeados.
Ashton estaba tan
enfrascado en la conversación que mantenía con Britany y Calum que no se
percató que alguien lo observaba a lo lejos y que lentamente se acercaba a él.
-Iremos a tu casa, te daremos las noticias. Es la
última palabra de ambos –
anunciaron.
El rizado iba a
replicar, pero cortaron la llamada.
-¿Hola? – gruñó,
frustrado. Al darse la vuelta se dio de lleno con el chofer - ¡Víctor!
-Lo siento, ¿te
asusté? – El rizado volvió a gruñir – lo siento. ¿Aún no se desocupan?
-No, Luke aun esta
en sesión.
-Bien, estacioné el
auto a dos calles, venía a avisarles. Francis no me responde las llamadas.
El rizado se
encogió de hombros.
-En diez minutos
más o menos estaremos desocupados.
-Me da tiempo de
comprar las cosas que me encargó Molly – sonrió, alejándose lentamente. Ashton
le despidió con un movimiento de mano.
-Dos al frente y uno atrás. Todos mirándonos y
riéndose. Y nosotros… nosotros asustados. “Aquí Energía, necesito ayuda” se
escuchó por el radio que traía uno de los sujetos que estaba frente a nosotros
“El viejo se puso pesado cuando le disparé a la mujer, Agua está herido”. Ellos
se referían a sí mismos como los elementos de la naturaleza – aclaró el rubio –
pude sentir a Ashton temblar, no sé si fue de enojo o por miedo, pero lo que
acaban de decir por el radio era que mi padre se había enojado porque habían
herido a Anne.
Amy, le dio suave apretón en el brazo a Luke en son de
fortaleza, sabía que eso que estaba relatando no era fácil para él y si lo
interrumpía el rubio ya no volvería hablar sobre ello.
-En una milésima de segundos, Ashton estaba sobre el
sujeto del radio, reclamándole/advirtiéndole que la mujer herida no fuera su
madre. Los otros dos sujetos iban sobre él, pero el sujeto del radio les dijo
que fueran a ayudar a Energía y a Agua.
Luke se mordió el labio inferior.
-Yo me quedé ahí, ¿sabe? en medio del pasillo, sin
hacer nada, solo veía cómo Ashton y el sujeto forcejeaban.
-No podías hacer nada, Luke.
-El sujeto, creo que se llamaba Aire, golpeó a Ashton
en el rostro, casi lo deja inconsciente. Comenzó a insultarlo – el rubio se
limpió las lágrimas – Aire tenía un cuchillo “Eres un maldito estorbo” dijo
antes de empuñar el cuchillo hacia el rostro de Ashton. “¡No!” grité, empuñando
el barrote oxidado y le pegué en la cabeza a Aire. Me acerqué a Ashton, alcanzó
a girar su rostro, pero aún así el cuchillo logró cortarlo. Del cuello le salía
sangre. “¿Luke, estas bien?
El rubio miró con lágrimas en los ojos a la psicóloga.
-Ashton, quien sangraba del cuello, me preguntaba si
yo estaba bien…
Ashton perdió de
vista al chofer, miró la hora en su reloj de mano y decidió que era mejor
regresar a la sala de espera para cuando Luke saliera de lo contrario se
pondría histérico al no verlo cerca. Negó con la cabeza, sonriendo de lado por
sus pensamientos.
Sin embargo; al
girar un puño con demasiado fuerza se impactó contra su nariz. Cayó de bruces
en el duro pavimento. Alguien lo sujetó del cuello de la playera.
-¡Si sigues
investigando te aseguro que terminarás muerto! – susurraron cerca de su oreja
izquierda. Ashton trató de identificar al sujeto que lo amenazaba pero el golpe
lo había mareado en demasía. Podía sentir la sangre resbalar por su nariz.
-“Tienes que irte, Luke” me dijo Ashton, pero no lo
podía dejar ahí, no podía dejarlo – el rubio negaba rápidamente – “juntos” le
dije, le ayudé a levantarse lentamente, se mareó y lo recargué en la pared.
“Maldita cucaracha” gritó Aire con pistola en mano, apuntándome. Nuevamente me
quedé ahí, quieto. Mis pies no respondieron. Cerré los ojos, esperando el
momento del impacto. Caí. Mi cuerpo se sintió pesado. Se escucharon voces y
mucho ruido. Eran los del escuadrón de rescate. Sentí líquido caliente sobre mí.
“Luke…” esa era la voz de Ashton, se escuchaba tan cercana… incluso su
respiración, fue en ese momento que abrí mis ojos y me percaté que Ashton
estaba sobre mí. Me levanté rápidamente. Ashton estaba sangrando mucho del
pecho. “No, no, no” me repetí una y otra vez mientras trataba que mis torpes
manos no dejaran salir más liquido carmesí… pero era inútil… - Luke se llevó ambas
manos sobre su rostro – “Luke… no te pasó nada, ¿verdad?”
Amy también lloraba silenciosamente.
-Él estaba muriendo, Amy… él era el herido y me
preguntaba si yo estaba bien…
-¡Oye! – Ashton
escuchó la voz de Francis – quédate con él – le ordenó a alguien, Ashton no
estaba seguro de a quién.
-¿Estás bien? – el
rizado cerró los ojos fuertemente y al abrirlos se encontró con un par de esmeraldas
brillantes, fue lo único que podía alcanzar a ver, ya que la pérdida de sangre
lo hacía ver borroso. Sintió unas leves bofetadas en su rostro - ¡Oye! ¡Oye! –
parpadeó un par de veces hasta que su vista se aclaró.
-¡¿Clifford!? – el
aludido le sonrió. Jugueteando con su cejas.
-¿Estas bien?
-Sangro por la
nariz, ¿Qué te hace pensar que estoy bien? – gruñó. Mike le dio otro par de leves
bofetadas en las mejillas, solo por molestar - ¡Oye! – Ashton apartó sus manos
con las suyas.
El rizado hizo el
intento de levantarse pero no pudo hacerlo, Mike le ayudó a regañadientes.
-¿En dónde demonios
se han ido…? ¡Ashton! – Luke palideció al verlo sangrar por la nariz, luego ve
a Mike a su lado sujetándolo con fuerza. Entrecierra los ojos sacando sus
propias conclusiones - ¡Mike!
-¿Qué? – frunce el
ceño.
-¡¿Por qué demonios
has golpeado a Ashton?! – le reclama, manos en la cintura.
-¿Yo?
-No ves que Ashton está
debilucho y tú…
-¡Oye! – esta vez
el rizado es el que reclama.
-Luke, te equivocas
yo no… - Ashton lo sujetó del brazo, interrumpiéndolo. El teñido frunció el
ceño.
-Tienes razón, Luke
– dejó salir Ashton – fue tu amiguito
quien me golpeó, pero yo también lo he golpeado así que… estamos a mano.
Mike alza una ceja,
Ashton le envía una mirada de advertencia y es ahí cuando el teñido cae en
cuenta de algo.
-No lo he alcanzado
y… - anunció el guardaespaldas, agitado.
-¡Francis! ¿En
dónde estabas? En tu ausencia Mike ha golpeado a Ashton y lo ha dejado moribundo.
Ashton gruñe. Mike
suelta una carcajada mientras lo ayuda a no caerse.
-Yo, lo siento,
señorito Luke – se disculpa de inmediato el guardaespaldas.
El sonido de un
claxon llama la atención.
-Hora de ir a casa
– Víctor les sonríe.
[…]
Ashton está cansado
de esperar a sus amigos. Después que Víctor pasara a recogerlos, fueron a la
sala de urgencias para que a Ashton le trataran la herida de la nariz. El
rizado cree que Britany y Calum al no encontrarlo en casa decidieron irse. Pero
Ashton quiere respuestas. Él necesita saber si el asesino de su madre está
cerca. Es por eso que en esos momentos se encuentra bajando de su habitación
por medio de una sábana que cuelga desde los barrotes de su cama.
Sonríe una vez que
sus pies tocan el suelo. Al girarse se encuentra con la persona menos esperada.
-¿Es en serio? – Alza
ambas manos – Fuiste atacado hace menos de cinco horas, ¿vas por más?
Ashton rueda los
ojos.
-Le importas a
Luke.
-Y agradezco que me
ayudarás con la mentira – le sonríe – lo último que quiero es que Luke recaiga.
-Escabullándote en
medio de la noche no ayuda a la noble causa.
El rizado se encoje
de hombros.
-Sus padres no
murieron en un accidente automovilístico, ¿verdad? – Mike mira fijamente a Ashton
– Luke mencionó en una ocasión la palabra “secuestro”, ¿eso fue? – El rizado no
respondió – y supongo que el ataque de hoy, tuvo que ver con eso, ¿cierto?
-Es mejor que no te
metas, Clifford – advirtió el rizado.
-Si tengo que seguir
mintiendo cada vez que llegues herido a casa, necesito saber al menos el motivo
de ello, ¿no crees?
-No te preocupes,
no habrá próxima vez – le dio un par de leves bofetadas en la mejilla
izquierda. Mike frunció el ceño.
Ashton le sonrió,
mostrando unos curiosos hoyuelos.
-Mi odio a los secuestradores es infinito. Mi padre y
Anne fueron asesinados por ellos. Ashton quedó en coma. Y yo tengo pesadillas
un día sí y otro también.
-El odio no es bueno, Luke.
-La venganza tampoco. Sé que Ashton está buscando al
asesino de nuestros padres. Es por eso que prometí ante la tumba de Anne que yo
cuidaría de Ashton.
-¿Es por eso que no quieres que salga de casa?
El rubio negó con la cabeza.
-Ese día, Ashton salvó mi vida. Sé que en algún
momento, yo tendré que hacer lo mismo por él.
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