No me olvides…
Prólogo
Los miembros del Wizengamot observaban con verdadera
aberración al rubio. Todos sin excepción lo odiaban.
—Draco Malfoy Black, de pie — ordenó el Ministro de
Magia, el aludido obedeció — se le acusa de adulterio. Es un delito muy grave
en la comunidad mágica. El castigo será muy severo, en dado caso que las
pruebas que muestre su esposo Harry Potter, sean suficientes.
El rubio no hizo ademan de querer protestar. Había
gastado toda su energía en las últimas semanas
en tratar de hablar con Harry y explicarle lo que realmente había ocurrido, sin
embargo, el ojiverde había cortado toda comunicación con él.
—Señor Zabini, adelante — la voz del secretario del
ministro, sacó del ensimismamiento al rubio.
A Draco le dio un vuelco al corazón, si habían mandado
a que Blaise Zabini declarara, entonces no habría de qué preocuparse, Zabini
diría la verdad, diría lo que realmente
había ocurrido, no habría forma que mintiera. Con el Veritaserum el moreno confesaría
su propio crimen y él, Draco, estaría absuelto de todo…
—Es verdad, Draco y yo somos amantes — la voz de
Blaise resonó en todo el tribunal — hemos tenido un romance desde que estábamos
en Hogwarts.
—¡Mientes! — gritó de pronto Draco, que ya se
encontraba, del otro lado del tribunal custodiado por dos guardias.
—¡Silencio, señor Malfoy! — Advirtió el ministro —
prosiga, señor Zabini.
—Como decía, Draco y yo hemos estado viéndonos a
escondidas de Potter… aunque claro, no contábamos con que ese día llegara
temprano y nos encontrara en plena acción, en su propia habitación. De eso debo
culpar a Draco, fue su idea, su más perversa fantasía, además…
Blaise continuó con su declaración, mientras Draco se
preguntaba internamente cómo demonios el moreno había logrado evadir el
Veritaserum. Todo estaba saliendo mal.
—El Wizengamot tomará un receso de quince minutos,
después tomará una decisión con respecto a la petición de Harry Potter, el
demandante.
Uno a uno de los miembros se fueron retirando al
cuarto continúo, mientras que a Draco le invadía la incertidumbre ¿Qué sería de
él? ¿Qué sería de su familia? Mientras tanto Zabini, que era custodiado por
otros dos guardias, le sonreía triunfante.
—Déjenme a solas con él — ordenó Harry, al llegar al
lado del rubio. Los guardias obedecieron, después de todo, era el héroe mágico,
el futuro jefe de aurores, quien se los ordenaba — ¿Cómo pudiste hacerlo? — Espetó,
en cuanto los guardias estuvieron lejos — ¿No pensaste siquiera en que te
descubriría?
—No fueron así las cosas Harry — se quiso explicar —
Zabini me…
—No me interesa escuchar tus mentiras, Malfoy — le
interrumpió, en sus ojos se veía claramente el rencor — y ahora, pagarás por tu
comportamiento.
—Zabini me vi…
—No me interesa escuchar, Malfoy — Harry estaba cada
vez más enojado, le dolía su traición ¿Cómo pudo haberle hecho eso su rubio,
cuando cada noche le confesaba que lo amaba? No tenía excusa, por lo tanto
tampoco perdón — Espero que hayan valido la pena los revolcones con Zabini, porque los seguirás teniendo, con la
diferencia que ya no tendrás que esconderte de mí.
—Harry yo no…
—¿Por qué te casaste conmigo? — preguntó de pronto,
haciendo que el rubio parpadeara por la sorpresa.
—Porque te amo — susurró Draco.
—Esa fue la versión hacia el mundo mágico, la mentira.
Ahora dime la verdad, tu versión.
—Esa es mi verdad Harry.
—Lo hiciste para borrar los crímenes de tu familia
¿cierto? — Harry lo veía furiosamente — todos me lo dijeron y yo no les creí.
Te creí a ti. Estoy pagando mi error. Es hora que tú pagues por el tuyo.
El ojiverde se dio la vuelta, quería desaparecer de
ese lugar, olvidarse de todo y de todos, en especial de Draco, de su rubio, de
ese chico de ojos grises que logró meterse en su cabeza, en su corazón. De ese
chico que le regresó las ganas de salir adelante después de la Guerra contra
Voldemort, de ese Slytherin que le dio sentido a su vida, de ese rubio que le
dio una nueva familia, de ese Draco que también… le traicionó.
—¡Harry! — escuchó cómo Draco le llamaba, sin embargo
esta vez no volteó. No lo volvería hacer. No como en aquella ocasión…
El ojiverde
salió del Tribunal, comenzó a ver borroso, enseguida se llevó una mano hasta
sus ojos y secó las pequeñas gotas de lágrimas que amenazaban con deslizarse.
—¡Señor Potter! — Uno de los aurores llegó corriendo
hasta su lugar y le extendió un pedazo de pergamino — la decisión del
Wizengamot.
Harry abrió el pequeño pergamino y leyó la pequeña
nota que le había escrito el ministro, a pesar que el tribunal había decidido
estar de su lado y complacer todas sus condiciones. No se sentía bien. Sí,
había ganado el juicio, pero había perdido algo más.
A Draco Malfoy. Su familia. Su todo.
o.o ... eso no mas??? ¬¬ .. asi me dejaras con las ganas??? exigo continuacion !!!!
ResponderEliminarHola Kaede Sakuragi =)
ResponderEliminarQué te puedo decir??? me encanta hacerla de emoción jejje, no te preocupes muy pronto estaré con la actu n.n
Gracias por visitarme por acá ^^
Besitos
PISLIB n_n