domingo, 27 de marzo de 2011

Capitulo cuatro: Blaise Zabini / Ronald Weasley

PERFUME SLYTHERIN
Capítulo Cuatro:
 Blaise Zabini  /  Ronald Weasley

-Emh, Weasley – llamó no queriendo la cosa el moreno Slytherin - ¿te gustaría ir…?
-¡Sííí…! – exclamó el pelirrojo sin dejar que el Slytherin terminara de preguntar, lo tomó de la mano y prácticamente lo arrastró a la pista de baile, donde ya había gente bailando.
El pelirrojo estaba contento, por un momento creyó que aquel Slytherin tardaría mucho más tiempo en invitarlo a bailar, incluso se había propuesto que él lo invitaría si el chico no lo hacía pronto. Por suerte no tuvo que recurrir a esto.
Ambos chicos bailaban al son de la canción, al principio el Gryffindor estaba feliz, pero luego su semblante cambió lentamente conforme pasaban aquellos tortuosos minutos.
Observó que Blaise de vez en cuando le lanzaba miradas a su ex, es decir, Theodore Nott. Al pelirrojo le ganó la curiosidad y también desvió su mirada de reojo hacia su amigo Neville, el cual parecía reclamarle ‘algo’ al Slytherin; minutos después vio cómo su amigo se abrazaba de Nott, eso significaba una cosa: ya se habían reconciliado.
Instintivamente desvió su mirada hacia Blaise, el cual había fruncido el ceño a manera de inconformidad ante la actitud de los chicos que se seguían abrazando, eso fue suficiente para el pelirrojo, simplemente dejó de bailar y se dirigió hacia la salida, ante el llamado perplejo de Zabini.
-¿Weasley? – llamó desconcertado Blaise, pero el pelirrojo lo ignoró, el moreno se quedó varios segundos parado sin saber qué hacer, al final terminó por ir en su búsqueda.
Salió del pub y lo encontró cerca de un pequeño jardín, sentado, contemplando las estrellas. Se acercó a él y se sentó a su lado en completo silencio.
-Aún… ¿lo quieres? – preguntó con cierto dolor el pelirrojo, minutos después, aún sin verlo.
-¿Qué? – Preguntó confundido el italiano - ¿a quién?
-A Nott… ¿aún amas a Nott? – le preguntó en un susurro, sin mirarlo a la cara. Entonces el moreno comprendió a lo que en verdad se refería el pelirrojo.
-Sí, lo amo – las palabras del moreno se clavaron como estacas en su corazón, de pronto el león se sintió demasiado deprimido –… pero no de la manera de la que te estás imaginando. Él es mi amigo… y sí, fuimos novios por un tiempo – comenzó a explicar Blaise – pero la verdad es que, nunca llegamos amarnos como creíamos – esto último lo dijo sonriendo tristemente al recordar lo sucedido.
-¿Qué? – preguntó interesado Ron, pero aún evitaba mirarlo de frente.
-¿Sabes por qué Theo y yo terminamos? – El pelirrojo negó con la cabeza – hace tres meses, estábamos en mi habitación, comenzamos a besarnos y acariciarnos, ya sabes… nos dejamos ir por el momento, cuando ambos estábamos sin ropa de la cintura para arriba…  yo besé a Theo en la boca, luego bajé a su cuello y le susurré algo al oído… ¿sabes lo que le dije?
-¿Te amo? Quizás – aventuró desilusionado el pelirrojo, pues sinceramente lo último que quería escuchar de aquel Slytherin era la manera de cómo hacia suyo a su amigo.
-Ojalá – dijo divertido Blaise, tomó con sus manos la cara del león, para que éste lo viera a la de él – cuando se supone que debía de decir ‘Theo’, bueno, yo dije… ‘Ron’.
El Gryffindor entornó los ojos, a la vez que su rosto junto con sus orejas tornaron a un color rojo.
-¿Qué…? ¿Que tú hiciste, qué? – preguntó perplejo Ron.
-Así es, dije tu nombre. Y tiene sentido, aún tengo tu imagen grabada mientras que Longbottom te besaba aquella ocasión y luego ambos se fueron al baño con la ‘excusa’ de que tu amigo le había caído mal la bebida o Merlín tu a saber qué*. Se supone que yo estaba enojado porque mi plan para conquistar a Theo había ‘fallado’, pero la verdad es otra, no la quería ver en esos momentos, pero ahora lo hago. Tú me has gustado  Weasley… desde siempre.
-Yo…
-Te amo, Ron.
Y sin más que decir se acercó a aquel pelirrojo y unió sus labios con lo de él.
El Gryffindor también le había respondido al beso, después se separaron. El pelirrojo aún estaba asimilando la información.
-Tengo una duda – soltó de pronto.
-¿Cuál? – interrogó el Slytherin.
-Eso que me cuentas sucedió hace tres meses ¿no? Pero terminaste con Nott hace dos meses… o al menos desde ese tiempo se esparció el rumor…
-No es tan complicado el asunto Ron, esa noche Theo y yo discutimos, pero al día siguiente seguimos como si ‘nunca’ hubiera pasado eso. Pero dos semanas después de eso, ambos estábamos en una situación parecida, ya sabes… eso de besos y caricias, solo que esa vez fue Theo el que me llamó  ‘Neville’ en lugar de ‘Blaise’.
-Entonces… ¿se vengó? – preguntó sorprendido el pelirrojo.
-En esos momentos yo creí que sí y discutimos como nunca, fue cuando terminamos. Pero ahora que lo pienso y lo veo con Longbottom, no creo que haya sido una simple  venganza.
-Vaya… - murmuró Ron distraídamente.
-Como vez, ambos no nos amábamos como creíamos, pues al parecer nuestros corazones ya estaban ocupados por dos gatitos… - dijo pícaramente el moreno – porque aunque no lo creas, a partir de ese día que dije tu nombre, no dejé de pensar en ti.
El pelirrojo sonreía, Blaise volvió a besarlo.
-Para serte sincero… - comenzó el pelirrojo también a confesarse – yo te odiaba, me enteré de tu plan para darle celos a Theo y me puse de acuerdo con Neville ese día para vengarnos de ustedes dos, pero cuando regresamos del baño, ya no estaban y postergué mi venganza para después, así que decidí espiarte  para crear mi mejor venganza, pero algo salió mal, porque terminé enamorándome de ti.
-¿Y eso le llamas ‘salir mal’? – preguntó Blaise irónico.
-Bueno, no – dijo apesadumbrado el león – En realidad, es lo mejor que me ha pasado – confesó feliz.
El pelirrojo fue esta vez el que se lanzó hacia el moreno y lo besó, ambos habían terminado acostados en el pasto, se separaron y comenzaron a contemplar las estrellas nuevamente, cuando un iracundo Draco Malfoy los llamó.
-¡Por qué demonios se desaparecen sin avisar!
-¡Cielos! - murmuró Blaise mientras se incorporaba rápidamente – se me olvidaba que hoy se había ofrecido Draco para ser el ‘cuidador designado’ y cuando nos desaparecemos de su campo visual, bueno… este es el resultado – le dijo confidente a su, ahora, novio.
*****
Una semana después, Blaise y Ron se encontraban cerca del lago sentados al pie de un árbol, mientras que Theo y Neville buscaban algunas hierbas para la clase de Herbología.
-Oye Blaise… ¿tú qué sabes del famoso ‘Perfume Slytherin’? – preguntó un curioso Ron.
-¿Perfume Slytherin? ¿Famoso?- Interrogó conteniéndose la risa el moreno.
-Eso se rumorea… que si uno lo usa, puede conquistar a cualquier Slytherin.
-¿Quién te dijo eso? – trató de preguntar simulando interés, pero la risa lo delataba.
-Se rumorea en todo el castillo… lo escuché decir de Dean Thomas que se lo había dicho Seamus y no sé cómo demonios se enteró él, ¿pero es verdad? ¿Existe ese perfume? – insistió el león.
-Por supuesto que ¡no!
-¿Seguro? Porque el rumor dice también que, gracias a éste… tú conquistaste a Theo – le dijo no queriendo la cosa.
-Escucha Ron, sí hay un Perfume Slytherin, pero no es para conquistar a un Slytherin, de hecho fue creado para conquistar a  un Gryffindor – dijo riéndose Blaise al recordar aquellos tiempos en los que su amigo Draco Malfoy se desveló para crear ese perfume en particular.
-Explícate – invitó el pelirrojo.
-Draco estaba enamorado de Potter desde hace tiempo, nos contó a Theo  y a mí que le gustó desde aquella vez que lo vio en el callejón ‘Diagon’ antes de entrar a Hogwarts, pero luego cuando se reencontró con él aquí y le negó su amistad (porque te prefirió a ti) pues digamos que buscó la manera  de que Potter se fijara en él.
-¿Me estas tratando de decir que Malfoy es el fabricante del Perfume Slytherin? ¿Y todo para que Harry se fijara en él?
-Así es, en clase de Pociones, en el segundo curso, Snape nos hizo hacer perfume y bueno, digamos que Draco lo modificó de tal manera que Potter se diera cuenta de él por medio del perfume.
-Ahhh.
-Los ingredientes son los básicos, solo que le añadió algo de él y algo de Potter… y listo: ‘Perfume Slytherin’
-No creo que eso haya funcionado.
-¿Por qué?
-Porque Harry también quería con Malfoy. También le gustó desde que se encontraron en el callejón ‘Diagon’, pero cuando Malfoy me insultó,  ya sabes lo que hizo.
-¿En serio Potter estaba enamorado también de Draco?
-Sí, por eso Hermione y yo nos enojamos con él en el segundo curso cuando nos enteramos de eso, pero luego lo vimos tan feliz con él, que después decidimos hacer las paces y aceptarlo.
-Entonces, no sabremos si el perfume realmente funciona o no – dijo sonriendo Blaise, con solo de pensar en la cara que pondría su amigo rubio al enterarse.
-Pues no lo sabremos, aunque recuerdo que Harry en más de una ocasión ha dicho que Malfoy huele bien – hizo una pausa, pero luego agregó - ¿se lo diremos?
-No, es mejor que sigan corriendo los rumores, además no habrá diferencia entre la relación de Draco y Potter porque desde un principio se gustaron ¿no?
-Es verdad.
-Será nuestro secreto – le dijo guiñándole un ojo y sellaron el secreto con un dulce beso.
Lo que ambos no sabían es que la primera parte de la conversación había sido escuchada por un chico de ojos azules electrizantes…
*****
Tres Gryffindors y tres Slytherins, estaban sentados en las orillas del Bosque Prohibido.
-Estamos en la última semana de clases, tenemos que hacer algo para cerrar el cuarto curso en buenos términos – propuso Blaise.
-Pues mañana hay una salida a Hogsmeade, la ultima de hecho… ¿Por qué no vamos? – opinó Harry no queriendo la cosa.
-Está dicho, iremos a Hogsmeade – apoyó Draco a su novio mientras lo abrazaba cariñosamente.
-Y… ¿Quién será el ‘cuidador designado’? – preguntaron al unísono Theo y Neville, que curiosamente siempre resultaban elegidos por la “suerte” en las últimas salidas.
-Pues… ‘papelitos’ – dijo pícaramente Blaise con cierta malicia.
Cinco minutos después, cuatro chicos salieron corriendo disparados a sus Salas Comunes respectivamente, dejando a un par aún incrédulos ante los resultados.
-¿Pero…? – Blaise no terminaba de formular la pregunta.
-¿Cómo…? – también Ron se lo preguntaba sin entender cómo corchos fue que ambos terminaron siendo los ‘cuidadores  designados’, aún cuando habían hechizado los famosos ‘papelitos’.
-Esto me huele a Theo – dejó salir rencoroso Blaise.
-Y a Neville… - coincidió el pelirrojo.
****
En la pista de baile estaba un Draco Malfoy junto con su novio Harry Potter, el cual por más esmero que ponía, digamos que aún así parecía tener dos pies izquierdos.
-Harry… ¿Por qué mejor nos vamos a sentar? – le propuso Draco, pues no quería terminar con más ampollas en los pies, aún no le sanaban la de la última vez.
-Bien – dijo feliz el ojiverde, pues sinceramente se sentía terrible al estar pisando a cada rato a su novio.
Ambos chicos abandonaron la pista, pero al llegar a su mesa asignada encontraron un pequeño, ¿fallo?
-¿Dónde está Blaise? – preguntó entrecerrando los ojos el Slytherin.
-Tampoco está Ron – dejó salir el ojiverde no queriendo la cosa.
-Esos malditos – gruñó el rubio – ¿y según son los que nos iban a cuidar?
-Bueno, Draco - le dijo Theo al llegar a su lado junto con su novio Neville – para serte sincero, si a mí me hubiera tocado nuevamente tal función, también me hubiera ido.
-Claro porque sabes que Blaise lo hacía al propósito y se entiende, ¿pero ellos? – se quejó el rubio.
-Cálmate, Draco - tranquilizaba el castaño – además, como si en verdad necesitamos un ‘cuidador designado’. 
-Es verdad – contestó resignadamente el rubio – vamos Harry, te mostraré un lugar interesante.
Y sin más que decir Draco se llevó a Harry del lugar dejando a Theo y a Neville en el pub.
-Y, ¿Qué haremos nosotros? – preguntó un Neville sonrojado a su novio.
*****
Blaise y Ron se encontraban en la Sala de los Menesteres con la evidencia de haber terminado un gran orgasmo.
-¿Crees que fue buena idea… dejarlos en el pub? – preguntó divertido el pelirrojo con un mínimo de culpa.
-¡Claro! Estoy seguro que ellos hubieran hecho lo mismo, si no los conociera… - dejó salir el Slytherin un poco rencoroso – los Slytherins tenemos un código ¿sabes? Si todos los que vamos a salir tenemos pareja, no es necesario asignar un ‘cuidador designado’.
-Entonces, ¿Por qué Theo lo preguntó? – preguntó confundido el pelirrojo.
-¡Para gastarnos una broma! Y caímos en ella.
-Y nosotros le hicimos otra, dejándolos ahí – contestó divertido el pelirrojo.
-Es verdad – dijo carcajeando Blaise.
El moreno se acercó a su novio y lo besó suavemente.
-Te amo – le susurró al  oído.
*****
Mientras tanto, una persona entró en las habitaciones de los Gryffindors, parecía tener bien en claro su objetivo, así que, se centró en buscarlo.
Sí, ahí estaba, la botellita que contenía aquel curioso liquido verde, sonrió con autosuficiencia. Definitivamente los rumores eran ciertos, porque de no serlo, ¿Qué hacía ese perfume en la Sala de los leones?
-‘Perfume Slytherin´ - leyó aquellas diminutas letras que adornaban aquel frasco.
Sonrió de lado.
-Ahora sí Snivellus, tendrás que perdonarme sí o sí…
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