domingo, 27 de marzo de 2011

Capitulo Tres: Theodore Nott/Neville Longbottom

PERFUME SLYTHERIN

Capítulo Tres:
Theodore Nott / Neville Longbottom

Tenía sus manos en la cara, era la clara señal de vergüenza. Neville tenía la cara del mismo color que el cabello de su amigo Ronald Weasley, el cual se estaba terminando de vestir y que por todos los medios evitaba mirarlo.
-Ron, ¿Qué demonios acabamos de hacer? – preguntó después de un rato Neville, mientras el aludido se vestía también.
-No lo sé. Quizás fue el momento…
-¡¿El momento?! Por Merlín Ron, tú te querías vengar de Zabini cuando te enteraste de su ‘plan’ y yo…
-Tú querías poner celoso a Theo, lo sé Neville, pero creo que nuestro ‘plan’ no terminó como se supone debió terminar.
-¡Claro que no! Bueno, al menos el que Zabini se enojara sí se logró, pero Theo…
-Es mejor olvidarlo Neville – propuso el pelirrojo.
-¿Olvidarlo? Ron acabamos de…
-No lo digas Neville – suplicó el pelirrojo – mejor olvidémoslo ¿sí?
-Bien, entre tú y yo… no pasó nada – dijo al fin Neville, aunque claro que sí que había pasado algo, es decir, ¿desde cuándo un simple plan del cual solo consistiría de besos y una que otra caricia terminaría siendo más que solo eso?
-Ahora pongamos en práctica la segunda parte del plan – animó Weasley.
Pero cuando ambos leones salieron del baño, se encontraron con que ya no estaban con los que supuestamente iban a poner en marcha su plan.
[Ocho meses después]
-¡Es oficial! – dijo sonriendo Neville frente a un espejo – desde hace dos meses Theo y Blaise ya no son novios. Y según Hermione ya pasó el plazo de que si ambos querían regresar, ya lo hubieran hecho. Es tu turno de entrar en acción – se daba ánimos el león.
Estaba claro, Neville conquistaría a aquel castaño Slytherin, ¡por supuesto que sí! Después de su desliz con su amigo pelirrojo (con el cual nunca volvió a tocar aquel tema) corrían lo rumores en el castillo que Theo y Blaise eran novios… y fue así, pero afortunadamente (al menos para Longbottom) ambos habían terminado su relación desde hace dos meses. El motivo aún no lo sabía (o mejor dicho no se rumoreaba a ciencia cierta cuál había sido) así que era su turno de entrar en acción. Oh, sí.
A pesar de que el Slytherin en aquel tiempo tenía pareja, Neville se daba la tarea de espiarlo sutilmente, para que cuando llegara el momento poder utilizar toda esa información y así conquistar a aquella serpiente. El león recaudó mucha información, pero ninguna le daba la pauta para que él hiciera su jugada, hasta que un día escuchó que Draco le decía a Harry, que Theo salía con Blaise gracias a un perfume.
-Perfume, ¿Slytherin?
No recordaba alguna marca de ese nombre en un perfume, al menos que fuera una reciente. Como sea, no le dio importancia, él ya tenía su plan y lo llevaría a cabo.
Era sencillo, entrar a la sala común de Slytherin con la capa de invisibilidad de su amigo Potter (que la tomaría ‘prestada’) se metería en la habitación de Blaise y se robaría, emh, ‘tomaría prestada’ la botellita de perfume y la usaría para conquistar a Theo. Oh, sí. Magnifico plan, muajajaja.
Neville fue a la habitación de Harry por la capa de invisibilidad y minutos más tarde se dirigía a la sala común de las serpientes.
*****
En la enfermería estaba un Theodore Nott tapándose la nariz con un trapo húmedo.
-¡Tenías que hacer explotar la poción en mi cara! – le reclamaba el castaño a su compañero de casa, Goyle.
-Ups – fue la respuesta del grandulón, Nott solo lo fulminó con la mirada.
-Ya puede retirar el trapo de su nariz, Señor Nott – autorizó la medimaga – ahora veremos cuáles son las consecuencias de esa poción.
-¿Con-consecuencias? – preguntó alarmado el Slytherin.
-Toda acción tiene consecuencias, Nott.
Fue la única respuesta de la medimaga.
*****
Ambos habían metido la ‘pata’ eso lo sabía de antemano Theodore. Pero, ¿en verdad él estaba enamorado de aquel chico? O ¿solo había sido un reflejo inconsciente? Porque después de todo, Blaise había sido el  primero en haber cometido su desliz, después fue él mismo. Y así había terminado su relación de cinco meses, solo por haber llamado con un nombre ajeno a su novio mientras se entregaban uno al otro…
Ensimismado estaba el chico Slytherin, cuando algo que le llamó la atención lo sacó de sus pensamientos. Allí estaba el susodicho: Neville Longbottom a cierta distancia.
El Slytherin enarcó una ceja. Supuestamente él estaba leyendo, al pie de un árbol, aunque su mente estuviera divagando, pero aún así tenía la extraña sensación de estar siendo observado por alguien desde horas atrás pero hizo caso omiso. Segundos después ya era inevitable hacerlo, prácticamente el Gryffindor le había caído encima, haciendo que a su libro se le despagaran unas cuantas hojas.
-¿Longbottom? – le llamó en un tono de explicación.
-Emh, lo siento… – se disculpaba el aludido, pero cada vez se acercaba más a él con la esperanza que oliera su perfume. 
-¿Qué haces? – le preguntó curioso el Slytherin.
-Yo… nada – el Gryffindor se sonrojó y se alejó un poco de él.
-Nada – le respondió el Slytherin – y ¿por qué andas siguiéndome desde hace tres días?
-¿Yo? ¡No! – negaba el chico, al mismo tiempo que movía la cabeza de un lado a otro energéticamente. El Slytherin enarcó una ceja.
Y pensar que había sido el nombre de ese atolondrado león el que dijo mientras que estaba con Blaise en su noche de lujuria. Quién lo diría.
-Longbottom, ¿podrías levantarte? Ya se me están entumiendo mis piernas – el león pasó en unas milésimas de segundos de un color moreno claro a un rojo intenso.
-Lo siento – murmuró cohibido el Gryffindor y se sentó a un lado de él.
De vez en cuando lo miraba de soslayo. No se explicaba el por qué ese Slytherin no se percataba de su perfume, si se había puesto una dosis considerable o ¿al caso ya no le atraían los chicos que usaban el ‘Perfume Slytherin’? ¿O le recordaba a Blaise y por eso no le decía nada?
Por otro lado, el Slytherin se había puesto nervioso, demasiado. Había tenido a ese gatito muy cerca de él, tanto que no sabía si se iba a poder controlar después y por eso que le había dicho que se quitara de encima con la excusa de que se le ‘estaban entumiendo las piernas’, ¿era atracción o amor hacia el Gryffindor?
-Es amor… - escuchó susurrar a Neville.
-¿Qué? – preguntó parpadeando nervioso Theo.
-Que estás leyendo a Morseferth*, al revés – le dijo Neville mientras le señalaba el libro que tenía al revés. El Slytherin lo observó detenidamente ¿Qué demonios sucedía con él? ¿Era una señal? Porque eso de que su corazón latiera como loco con las palabras de Longbottom definitivamente no era nada normal.
-Me voy – dijo al fin Neville un poco enojado, no le estaba gustando la idea de cómo lo miraba el Slytherin y sin contar que ahora lo ignoraba y sumándole que el perfume no había funcionado. Se levantó y caminó a pasos lentos, por si el Slytherin le decía algo, ya que en esos momentos una suave brisa lo envolvió y quizás ahora sí oliera el perfume. Pero la muda respuesta, nuevamente por parte del Slytherin hizo frustrar en demasía a Neville. Se dio la vuelta enojado y le reclamó - ¡Qué demonios te pasa! – Theo salió de sus pensamientos viéndolo perplejo – ¿al caso no te has dado cuenta? – Le preguntó al mismo tiempo que se agarraba su túnica – ¡casi me he vaciado media botella! Pero parece que no se te hace suficiente. Dime, ¿qué hacía Blaise? ¿Usaba el perfume en lugar de agua para bañarse? ¿Eso tengo que hacer yo para que te des cuenta que existo? Dime, ¿qué debo hacer? – lo último casi lo dijo en un sollozo, cabizbajo.
Conforme Neville hablaba, Theo se iba incorporando poco a poco y caminó hasta donde estaba, con su mano derecha lo tomó de la barbilla y le alzó la cara, para que el Gryffindor lo mirara a los ojos.
-¡Ey! No es necesario que hagas nada Neville, tu existes en mi corazón desde hace un tiempo atrás.
El Slytherin se acercó cada vez más hacia el rostro del león y en menos de un segundo ya había unido su boca a la del otro chico en un suave beso, sacando un quejidito de placer por parte del Gryffindor.        
*****
Un nuevo día amanecía. Dos días habían transcurrido desde que Theo y Neville habían comenzado una relación, pero había algo que al león aún le carcomía y ese ‘algo’ le inquietaba, así que se propuso salirse de la duda.
El león comenzó a arreglarse, pues ese día había salida a Hogsmeade nuevamente. Observaba cómo se vestían sus amigos. Harry estaba indeciso si se vestía con su camisa color  roja o verde. Y Ron, bueno aquel pelirrojo en verdad se estaba esmerando por lucirse, se había puesto su mejor ropa y hasta había sido el primero en bañarse.
Neville entrecerró los ojos, sospechaba que su amigo pelirrojo ya traía a alguien en la mira. La pregunta era ¿quién era? Aunque sus sospechas se entornaban a  cierto moreno Slytherin porque al parecer su amigo pelirrojo, ahora era el ‘espía’. En fin.
Neville prosiguió arreglándose hasta que llegó el momento de ponerse el perfume. Observó aquella botellita que contenía aquel curioso líquido verde, ¿Theo salía con él por esa curiosa fragancia? No le encontraba lógica, porque por ridículo que se escuchaba, el perfume no tenía ‘olor’.
-Harry… - le llamó a su amigo ojiverde que por fin se había decidido por usar la camisa roja.
-¿Si?
-¿Recuerdas que una vez Draco te había dicho que Theo salía con Zabini por su perfume?
-Emh, sí… – respondió no muy seguro, pues Harry no estaba tan seguro de haberle dado esa información a su amigo – eso me dijo Draco.
-Ahhh – fue su única respuesta, ¿Cómo demonios una persona podría relacionarse con alguien por su perfume, sobre todo cuando éste no tenía olor?
Dos horas más tarde los chicos se encontraban en el pub ‘Las escobas bailarinas’.
-¡Salud! – brindaban los seis chicos.
-¡Dos  años Potter! – Exclamó Blaise – no puedo creer que hayas ‘amarrado’ al príncipe de Slytherin por tanto tiempo.
-¿’Amarrado’? – preguntó contrariado el ojiverde.
-Sí, Potter, amarrar, apartar, atrapar, hacerlo tu novio – le explicaba el moreno con peras y manzanas.
-No le hagas caso – recomendó Draco, al ver la cara de confusión de su novio por cada palabra que le decía su amigo - ¡vamos a bailar! – le propuso al Gryffindor y ambos se fueron hacia la pista, donde otras personas estaban en pleno baile.
Fue cuestión de segundos para que el ambiente de la mesa se pusiera tenso, Neville parecía estar enojado con Theo por algo que el Slytherin juraría que no había hecho. Y Blaise hacía todo lo posible para evitar la mirada de Ron (el cual en todo momento la buscaba) pero que al hacerlo se encontraba con la de Neville, el cual aparte de fulminarlo con la mirada, parecía que lo ‘odiara’ y no se explicaba el por qué, si un día antes ya le había aclarado que entre él y Theo solo existía amistad ¿Por qué demonios de pronto les había parecido buena idea el haber salido los seis?
-Emh, Weasley… - llamó no queriendo la cosa el moreno - ¿te gustaría ir…?
-¡Sííí…! – exclamó el pelirrojo sin dejar de que el Slytherin terminara de preguntar, lo tomó de la mano y prácticamente lo arrastró a la pista de baile. Dejando solos a Theo y a Neville.
-Neville, ¿sucede algo? – le preguntó Theo al ya no aguantar la indiferencia de su novio.
-Ahhh ¿ya te diste cuenta? – le respondió con cierto sarcasmo el león.
-¿Qué ocurre? Dime… - insistió el castaño.
-¿Notas algo distinto en mí? – preguntó esperanzado. Nott frunció el ceño algo confundido – lo sabía. Según tú, dices que me quieres, ¡pero ni siquiera has notado lo que no traigo puesto!
-¿Y que se supone no traes puesto? – interrogó Theo inspeccionándolo de arriba abajo.
-¡Eso deberías de saberlo tú!
-Neville, ¿Cómo demonios sabré eso? Si yo te veo bien, no te hace falta nada.
-Mi perfume Theo, ¡mi perfume! Antes no lo notabas aunque me pusiera media botella, ¡ahora no traigo y aún así no lo has notado!
-Neville… - el Gryffindor se paró dispuesto a irse, pero la mano de Theo lo alcanzó a detener – escúchame, no es que no lo haya notado,  es que no lo puedo notar.
-¿Qué? – preguntó confundido.
-Neville, hace dos semanas Goyle tuvo un accidente en la clase de pociones, hizo explotar la poción sin querer  y ésta cayó sobre mi cara… y bueno era una poción que no podía estar en contacto con la piel o traería consecuencias leves o graves, según fuera el caso.
-¿Qué-qué consecuencias? – preguntó el Gryffindor sospechando la respuesta.
-Perdí el sentido del olfato, temporalmente.
Neville entornó los ojos como platos y se abalanzó sobre el Slytherin abrazándolo fuertemente.
-¡Lo siento! ¡Discúlpame, Theo! No quise decirte esas cosas, yo… yo no sabía, yo…
-Tú discúlpame a mí por no habértelo dicho.
-¿Qué tal si ambos nos disculpamos y olvidamos esto?
-Trato hecho – le dijo el Slytherin mientras pactaba el trato con un dulce beso a su novio.
Neville estaba más que feliz, después de todo, Theo lo quería por ser él y no por un maldito perfume que al final de cuentas no tenía olor.
Cierto, si el perfume no tenia olor, ¿entonces cómo fue que Blaise y Theo habían terminado juntos? Pero solo quedó esa pregunta en el aire, pues a Neville le bastaba que su Theo lo quisiera a él y solo por ser él.
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