Chery
Uno.
¿Qué demonios pasó?
Cuando
Michael despertó un dolor de cabeza le hizo gruñir, la luz del día le molestaba
en demasía, decidió mantener los ojos cerrados por unos momentos. Algunos
recuerdos entrecortados viajaron hasta su mente, mucho alcohol, demasiado, fue lo único que recordó,
pero eso no fue lo que lo desconcertó sino el lugar en dónde se encontraba ya
que, después de examinar las paredes de la habitación, se percató que esa no
era la suya. La luz lo seguía molestando así que volvió a cerrar los ojos,
sintió a alguien removerse a su lado, sonrió de lado, seguro era su novio. Lo
abrazó por la espalda, aspirando su aroma aunque notó algo distinto en éste no
le dio tanta importancia.
-Chery… - le susurró al oído.
-Cállate,
Michael, quiero dormir… - refunfuñó una
voz conocida… una que no era de su novio.
-¿Luke?
– abrió los ojos.
El
aludido gruñó.
-¡¿Qué
demonios?! – se sentó rápidamente.
-Michael
porqué demonios gritas, sal de mi habitación – se puso la almohada en su oreja
para amortiguar los gritos de su compañero.
-Luke,
¡¿Por qué demonios estamos desnudos en la misma cama?!
Fue
ahí cuando el rubio reaccionó.
-¡Qué
demonios!
El
rubio se envolvió entre las sabanas.
-¡Mis
ojos! ¡Por Green Day, vístete Michael!
El
aludido se puso un bóxer rápidamente.
-Dios,
Chery me va a matar – el, ahora, peliazul se cubrió el rostro con ambas manos.
-Michael,
dime que no me violaste – el rubio hizo un puchero – ¡No soy gay!
Esa
afirmación sería la menor de sus preocupaciones.
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