martes, 17 de enero de 2012

Capitulo Veintiocho: Enamorados de la persona equivocada.

El muchacho de ojos tristes


Capitulo Veintiocho: Enamorados de la persona equivocada.


[Teddy]

El transcurso del camino hacia el colegio lo hacemos en un total silencio. Aún sigo sin hablarle a mi hermano y sin intensión de retractarme de lo que le he dicho, además no parece guardarme rencor por eso. Sigue igual que siempre, claro si ignoramos el hecho que últimamente ha cambiado su forma de vestir y de peinar.
Así que, agradezco enormemente el asunto de “Borrón y cuenta nueva”, es decir, el ahorrarnos el tema de las “disculpas” y actuar como si no hubiera ocurrido nada. Eso hacíamos cuando Spencer estaba en nuestras vidas y nos funcionaba muy bien. Aunque en esta ocasión, no pienso ceder tan fácilmente, mi hermano me ha traicionado haciendo que Sebastián se enamorara de él. Konny es muy cruel con su mejor amigo, sabe que éste está enamorado de él y no hace nada para corresponderle, seguramente se divierte ante la idea de hacer sufrir a Sebastián no correspondiéndole.
En fin.
Mi mejor jugada hasta el momento es negar que Sebastián me gusta, aún no sé porqué se lo negué  a mi hermano, pero igual se lo merece. Él me escondió todo este tiempo que le gustaban los chicos, entonces ¿Por qué yo decirle lo de Sebastián? Aunque debo confesar que muy en el fondo sabía que había algo entre Konny y su mejor amigo. Sobre todo en éste último, aun recuerdo todas esas indirectas que le ha dicho a mi hermano en algunas ocasiones, comenzando con sus estúpidos comentarios de “tus ojos son más bonitos que los de Teddy”, al principio creí que lo decía porque sabía que me molestaba. Ahora sé que no es así.
-Hoy vienen los trabajadores sociales a hacernos una visita – me dice Konny en cuanto llegamos al estacionamiento del colegio – procura estar aquí en cuanto venga por ti.
Y aquí está Konny llevando a cabo el plan “Borrón y cuenta nueva”.
-Ajá – le respondo mientras bajo del auto. Siento su mirada en mi nuca, así que me volteo hacia con él. Espero que no se haya arrepentido y quiera que hablemos del asunto Sebastián.
-Hoy no podrás ir al Lemus Cinema – enarco una ceja, no esperaba esa frase, ya que eso es obvio de deducir, las visitas de los trabajadores sociales duran horas, no hubiera tenido oportunidad de haber ido al trabajo.
-¿Algo más? – le digo secamente. Abre la boca para decirme algo, pero luego la cierra – tengo que ir a clases, si vas a decir algo dilo ahora – le presiono de mala manera.
-Podrías ser más amable ¿sabías? – frunce el ceño.
¿Ha dicho que sea “amable” cuando él no lo es con su mejor amigo?
-Y tú podrías ocultar menos cosas ¿sabías? – le respondo fastidiado. Mi hermano me observa detenidamente. Trago saliva.
-Ve a clases Ted – me dice seriamente. Ha utilizado el “Ted” en lugar del “Teddy” haciéndome saber que está enojado conmigo. Ahora resulta que el ofendido es él, cuando claramente el único que ha ocultado cosas es él.
Enfadado me dirijo hacia el aula de clases.

La clase comenzó hace más de veinte minutos y eso me preocupa, en realidad lo que me preocupa es mi amigo Dennis. No ha llegado a clases. Normalmente él llega antes que todos, algunos de nuestros compañeros hasta se burlan de eso, incluso le dicen que si no tiene una casa de campaña en el patio del colegio, porque tampoco ha tenido algún retardo o falta.
Decir que no me puedo concentrar en lo que dice el profesor es poco decir. En cuanto toca la campana anunciando el final de la clase, salgo disparado hacia la biblioteca con la esperanza de encontrar ahí a mi amigo pelirrojo. No está. Me masajeo las sienes mientras trato de reflexionar sobre algún posible motivo de la ausencia de Dennis en clases pero no se me ocurre nada.
¿Dónde demonios estará? ¿Se habrá enfermado? ¿Se iría de viaje? ¿Andará de perezoso en su casa? Me inclino por lo último, así que haciendo caso omiso de mi voz interna llamada “conciencia” que me dice que me quede en el colegio, me dirijo hacia la salida, aprovechando que el conserje está reclamándole a un visitante que no puede dejar su auto atravesado a medio estacionamiento, salgo del colegio.
Viajar en autobús es toda una aventura, aprendí a moverme en este medio de transporte durante la estadía de Spencer en mi casa, ya que mi supuesto tutor la mayoría de las veces no venía por mí después de clases. Fui prácticamente obligado a aprenderme las rutas de los autobuses. Y sin dinero, en aquel tiempo fue muy difícil. Es por eso, que actualmente siempre traigo conmigo un par de billetes y un montón de monedas en mi cartera, si se da el caso. Nunca lo había usado porque Konny jamás a ‘olvidado’ el venir por mí.
Para ser la primera vez que uso el autobús hacia la casa de mi mejor amigo, debo confesar que me fue bastante bien, el hecho que haya pedido la bajada cinco cuadras antes es bastante aceptable. Después de una corta caminata, estoy frente a la puerta de su casa.
Los nervios han comenzado a invadirme, si Dennis no se encuentra en su casa, no sé dónde más podría estar… Toco el timbre de la casa. No hay respuesta. Puedo sentir los latidos rápidos de mi corazón. Vuelvo a intentar.
-¡Voy! – responde una voz femenina del otro lado de la puerta. Frunzo el ceño.
No recuerdo que en la casa Dennis haya “una chica del servicio”. Unas risas me sacan de mi análisis mental.
-¡Hola! – una chica sonriente me saluda. Debo confesar que estoy un poco aturdido, mis balbuceos son clara señal de ello - ¿se te ofrece algo?
-Emh… busco a Dennis – logro articular.
-Claro. ¡Ey, Rojito, te buscan! – llama a mi amigo, sin borrar esa sonrisa desagradable.
¿Esa chica de sonrisa estúpida le ha dicho “Rojito” a Dennis?
-Sally, no me llames así y menos cuando hay visi… ¡Ted!
Sally… Sally… ¡¿SALLY?!
¿Dennis ha dicho Sally? Esa chica de cabello rubio, con horribles pecas en la cara, de ojos claros y su estúpida sonrisa, ¿es la famosa Sally? ¿La que supuestamente se fue para nunca regresar? De acuerdo mi amigo nunca dijo que no volvería, pero ella fue la que le rompió el corazón, ¿Por qué esta tan feliz? ¿Por qué Dennis actúa como si no hubiera ocurrido nada?
-¿Ted, estas bien? – la voz de mi mejor amigo me saca de mi ensimismamiento.
-No has ido al colegio – le murmuro aún aturdido.
-Eso es obvio ¿no? – deja salir la tal Sally sonriente, haciéndome enrojecer.
-¿Qué haces aquí? – le pregunto con  enfado, mientras entro a la casa.
-¡Ah! Lo siento – se disculpa mi amigo – Ted, ella es Sally. Sally, él es Ted.
-Así que, él es Ted. Un gusto – me dice la chica sin borrar su estúpida sonrisa. ¿Por qué demonios está tan feliz? ¿Y por qué ese tono inquisidor al decir “Así que, él es Ted”?
-No me has respondido el qué haces aquí – me quejo mientras me cruzo de brazos.
-¡Qué gruñón Teddy!
-¡Soy Ted! – corrijo en automático. Ella sonríe nuevamente, ¿piensa que soy su payaso o qué? - ¿y bien? – esta vez me dirijo hacia con Dennis, al parecer está chica no está bien de la cabeza.
-Ha venido a visitarme – me responde él también con una sonrisa.
-¿Y por ella no has ido a clases? – le pregunto incrédulo.
-¡Oye! – Se queja la chica – soy muy importante para Dennis, así que valen la pena todos los días que no vaya a clases.
Ella se abalanza sobre mi mejor amigo como si tal cosa. Es difícil explicar lo que me está pasando en estos momentos, pero siento el enorme deseo de aventarme sobre la chica y alejarla lo más posible de Dennis.
-Sally – gruñe Dennis. Y ella se aleja de él. Sonrío de lado.
-Lo gruñón te lo ha pegado Ted ¿sabías eso?
-¡Yo no le he pegado nada! – le reclamo.
-De acuerdo, de acuerdo – dice Sally levantando las manos en son de paz – los dejaré solos, para que charlen tranquilamente.
Por primera vez hace algo bueno en su vida. Una vez fuera de mi vista, me dirijo hacia con mi mejor amigo.
-¿Qué hace ella aquí?
-Te lo he dicho hace unos momentos – me responde confundido – vino a visitarme.
-Pero ella… ¡ella se fue sin despedirse de ti!
-Ya me explicó el mal entendido – me responde Dennis con voz de circunstancias – me dejó una carta ¿sabes? No lo sabía hasta que me la enseñó y…
-¿Una carta? – le digo con escepticismo - ¿Cómo sabes que no la ha escrito antes de venir a verte?
-Porque la ha sacado de mi libro de Literatura del año pasado y… ¡Eso no importa! ¿Tú qué haces aquí? Deberías estar en clases – abro la boca para responder, enseguida la cierro. Su respuesta ha dado un giro que no esperaba.
-Emh…
No sé ni qué decir, busco a mí alrededor buscando una respuesta coherente.
-No has ido a clases – le reprocho – así que he venido para llevarte – dejo salir solemnemente.
-No voy a ir a clases, al menos hoy no.
-¿Por ella?
-Ha venido desde muy lejos, lo mínimo que se merece es que esté con ella ¿no crees?
-¡Por supuesto que no! ¿Ya se te olvidó lo que te hizo?
-Ese es un asunto entre ella y yo.
-Mejor me voy – suelto de pronto, dándome la vuelta dispuesto a salir.
-Ted… — la voz de Dennis suena a suplica, pero no me detengo, salgo de su casa.
Debí suponerlo, Dennis aún la quiere. ¿Cómo puede seguir queriendo a alguien que le hizo mucho daño? Eso es algo ridículo, tanto como la situación que hay entre Sebastián y Konny. Sí, al parecer Dennis y Sebastián tienen algo en común: están enamorados de la persona equivocada. Por suerte ambos me tienen a mí. Yo les haré ver que esas personas de las que están enamorados no valen la pena.

El camino de la casa de mi mejor amigo al colegio resultó ser más corto de lo esperado, no me ha alcanzado para terminar de reflexionar sobre el asunto del regreso de esa Sally a la vida de Dennis. Seguramente algo trama ¿Será que quiere regresar con mi amigo pelirrojo?
“Rojito”. ¿A quién demonios se le ocurre llamar a alguien de esa manera? Y…
Un enorme obstáculo me hace caer sobre la acera del estacionamiento del colegio.
-¿Por qué demonios no te fijas por dónde vas? – le reclamo al culpable de mi caída, mientras me levanto.
-Tú has chocado conmigo – me responde una voz familiar. Lo veo hacia la cara. Es un chico moreno y de ojos saltones. Es Jack. El chico que una vez fue a mi casa a buscar a Sebastián.
Me cruzo de brazos enfurruñado, ¿Qué más falta que me ocurra este día? Y como si la hubiera invocado con el solo pensamiento, suena la campana anunciando el término de las clases ¡Genial!
-Yo te conozco – me dice el chico – eres Teddy, el hermanito de Konstantin.
-Ted – gruño – ¿Qué haces aquí?
-Buscando a Sebastián.
-Él no estudia aquí – le recuerdo.
-Lo sé, pero tú sí.
-¿Y yo que tengo qué ver? – le reclamo extendiendo los brazos.
-Sebastián suele acompañar a tu hermano, muchas veces – el tono que usa en la palabra  ‘muchas’ me hace pensar que no le agrada la idea ¿Jack estará enterado de la situación entre mi hermano y su mejor amigo? – así que se podría decir que tu hermano me cambia los planes seguido y eso me frustra.
-Sí, conozco ese sentimiento. Mi hermano suele hacer sentir eso en las personas – gruño. De acuerdo quizás exagero un poco, pero qué importa, al fin he encontrado una persona cuyas opiniones sobre Konny son muy objetivas.
-Al parecer tenemos cosas en común – me dice con una sonrisa atrayente. Parpadeo embobado.
-Supongo.
-¿Tu hermano suele tardarse para venir por ti?
-No – luego recuerdo la pequeña discusión de la mañana, seguramente se ha de estar vengando por haberle dicho sus verdades – así es él, cuando algo no le parece suele desquitarse con los demás.
-Que mal hermano es – coincide conmigo - ¿Qué tal si vamos a otro lugar?
Enarco una ceja.
-Podemos quejarnos de tu hermano mientras comemos pizza o hamburguesas ¿Qué dices?
-Emh…
-Está claro que Konstantin no va a venir por ti, ya es tarde – me dice mientras ve su reloj de mano – Te apuesto que se ha ido a comer por ahí, mientras que  tu estas aquí esperándolo.
Eso no suena algo que haría Konny, pero es verdad lo que dice Jack, ya es tarde, mi hermano nunca demora tanto en llegar.
-Entonces, ¿vienes o no? – me pregunta
-Emh…
-Te llevaré a tu casa, después de habernos quejado de tu hermano, claro – me dice sonriente.
La idea es atrayente, al igual que su sonrisa.
-De acuerdo.
-Vamos.
Nos dirigimos hasta su auto, un convertible color negro. Nos subimos en éste y nos marchamos del colegio.
-Oye, tienes bonitos ojos – me dice guiñándome un ojo.
-Gracias.
Sonrío. Es la primera persona que me lo dice sin recordarme que los de mi hermano son igual o mucho mejor que los míos.
Quizás Jack no sea tan mala persona.

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2 comentarios:

  1. ese jack no me da buena espina

    por que teddy habra olvidado la visita te juro que le grite a la pantalla recordandoselo bueno no grite jeje

    sally no me da mala espina jejeje


    espero con ansias el siguiente cap


    Att:Taeko-kun

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    Respuestas
    1. jajja y estas en lo correcto ese Jack ¬¬ lo odiaras jejej

      XD me imagino jeje, sii yo tambien hablo con la pantalla, luego mi mamá me dice ''¿ya estas chatenado verdad?'' jejej XD

      No, por supuesto que no, pronto se revelará s plan macabro muajajaj

      Espero subirlo pronto ^^
      Besitos
      PISLIB n_n

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